lunes, 31 de agosto de 2015

Bebiendo en vuelo

Los hirundínidos se asocian en muchas ocasiones para realizar sus viajes migratorios. De este modo, en otoño es frecuente ver a pequeños grupos de aviones comunes Delichon urbica junto a bandos mayores de golondrinas comunes Hirundo rustica, dado que esta especie es más frecuente y migra en mucho mayor número.

En ciertas ocasiones estos bandos mixtos paran en su migración, por ejemplo concentrándose en ciertas zonas para alimentarse. Más espectacular resulta cuando se detienen en las zonas húmedas para beber, ya que lo hacen en vuelo lanzándose repetidamente sobre la superficie del agua.


Este fin de semana pude ver uno de estos grupos saciando su sed en la charca de Condres en Anttomero. Compuesto por unos 15 aviones comunes y entre 40-50 golondrinas, era todo un espectáculo ver sus pasadas sobre la charca, arrojándose al agua cada vez que querían echar un trago. Son espectáculos breves por lo general, ya que no tardan más de unos pocos minutos en quedar satisfechos, pero merecen la pena.

Algo de eso puede verse en este par de vídeos que pude filmar.



martes, 25 de agosto de 2015

Algas secas y limícolas

Poco después de iniciado el verano se comienzan a producir los arribazones de algas a las playas de Gozón. Compuestos fundamentalmente por una mezcla de diversas especies de algas pardas y rojas (aunque no el ocle Gelidium sesquipedale que arriba sobre todo a partir de septiembre), si la playa es tranquila se van quedando en la arena formando una capa bien visible por debajo de la línea de pleamar.


Este acumulo de algas secas constituye una fuente de alimento imprescindible para la avifauna que frecuentan las playas en esta época, en especial las limícolas que se encuentran ya en plena migración postnupcial. Hoy he podido comprobarlo una vez más en Bañugues, donde un pequeño grupo de estas aves se alimentaban de manera muy activa en torno a la capa de algas, como este correlimos gordo Calidris canutus.


Varias son las razones por las que estos acúmulos vegetales son tan importantes. En primer lugar, evidentemente, porque arrastran y retienen pequeños invertebrados marinos en la subida y bajada de las mareas. Además, en la bajamar los invertebrados terrestres se van agrupando también en torno a la materia orgánica de esta capa de algas.

Como vemos también este correlimos tridáctilo Calidris alba estaba buscando comida por la zona.


Se ve en las fotos como la arena queda ligeramente "amontonada" en torno a las algas. Es en estos montoncillos donde los limícolas rebuscan a la caza de invertebrados. Por último, la capa de algas supone un pequeño "refugio" para las aves limícolas, creando una pequeña barrera entre ellas y el tropel de gente que en días soleados de verano como el de hoy invade los arenales.


Desgraciadamente, y como parece que últimamente todo molesta, se ha puesto de moda la limpieza a saco de las playas para que no quede ningún rastro de "suciedad" y los turistas puedan disfrutar de playas impolutas. Nos olvidamos que las playas no son lugares para nuestro uso y disfrute exclusivo, sino que son ecosistemas esenciales para la vida de muchos organismos y que todo lo que hay en ellas tiene su razón de ser. Aprendamos estas pequeñas lecciones y tal vez disfrutemos mucho más de nuestra visita a la playa, que es algo más que un lugar para tomar el sol y disfrutar del baño.


viernes, 21 de agosto de 2015

Tarabilla norteña

La tarabilla norteña Saxicola rubetra es otro de los migrantes transaharianos que cruza en agosto y septiembre por tierras de Gozón camino de sus áreas de invernada. Se reproduce en buena parte de Europa pero en la Península Ibérica está restringida al tercio norte. En Asturias es muy escasa, por lo general las parejas se encuentran en laderas de solana con piornales.


La tarabilla norteña es más abundante en migración en zonas de montaña que en el litoral, donde suele verse en solitario, como el ejemplar de las fotos que localicé ayer en Cabo Peñas, o pequeños grupos. Aunque por lo general suele observarse bien dado que se posa al descubierto, como su congénere la tarabilla europea, es mucho más esquiva que ésta y rehuye en seguida nuestra presencia.


Las aves que se registran por aquí son por lo general juveniles, más compactas y claras que las tarabillas europeas, con el plumaje del dorso muy rayada y bastante marcada la ceja superciliar.




martes, 18 de agosto de 2015

Un críalo por Cabo Peñas

El críalo europeo Clamator glandarius es un ave pariente del cuco que, al igual que éste, parasita los nidos de otras aves para reproducirse. Pero el críalo se ha especializado en los nidos de córvidos, muy especialmente las urracas. El mecanismo parasitario del críalo es diferente al del cuco, ya que el pollo de éste último lo primero que hace nada más nacer es desalojar los huevos de la especie hospedadora; sin embargo el pollo del críalo convive con los de su huésped, aunque acaba eliminándolos por competencia por el alimento o simplemente aplastándolos.


El críalo tiene un área de distribución bastante extraña, repartida por puntos de África, Oriente Medio y la Europa mediterránea. Las poblaciones europeas son migradoras, llegando en febrero y marchando a finales de verano. En la P .Ibérica falta casi por completo en la franja norte, en Asturias por ejemplo no se reproduce. La mejor época para verlo, siempre con cuentagotas y de forma muy escasa, es el mes de agosto cuando puede llegar algún joven en dispersión.


El críalo se alimenta fundamentalmente de orugas de lepidópteros, incluso las que poseen defensas urticantes o tóxicas, dieta que complementa con diversos invertebrados como hormigas o saltamontes. Ayer por la mañana un compañero y yo estuvimos observando a un joven de críalo en Cabo Peñas mientras se alimentaba en un prado, es mi primera observación de esta especie en Asturias.


Mi compañero lo pudo observar también posado en un pino cercano al prado donde se alimentaba, y me envía esta foto que sin duda es mucho mejor que las mías y que le agradezco enormemente.


lunes, 17 de agosto de 2015

Currucas zarceras en compañía

Millones de aves están abandonando los lugares de cría en Europa rumbo a sus cuarteles de invierno en África. Son lo que se llama migrantes transaharianos, ya que el desierto del Sáhara es una colosal barrera que están obligadas a atravesar durante sus viajes. Muchas se detienen en las rasas costeras para alimentarse, y el Cabo Peñas es uno de los mejores puntos para buscar a estas pequeñas aves.

Una de las especies que más cuesta encontrar es la curruca zarcera Sylvia communis, a la que gusta esconderse entre las zarzas como bien delata su adecuado apelativo.


También gusta de permanecer cerca de árboles a los que pueda volar en caso de sentir una presencia extraña. Una vez que se localiza resulta inconfundible por los paneles rojizos de las alas.


Esta mañana pude localizar un pequeño grupo de 4 o 5 aves en Cabo Peñas.


No estaban solas ni mucho menos, sino que por allí andaba toda la artillería pesada de migrantes transaharianos, como un buen número de papamoscas cerrojillos...


un solitario colirrojo real...


un nutrido grupeto de mosquiteros musicales...


un pequeño bando de bisbitas arbóreos...


o las primeras y esquivas collalbas grises.


Este paso migratorio se prolongará, con altibajos, a lo largo de lo que resta del mes de agosto y todo septiembre. Una buena excusa para acercarse a Cabo Peñas, donde además podemos admirar la belleza del brezal en el momento álgido de su floración.



domingo, 16 de agosto de 2015

Sírfidos y cenoyo

Hay plantas que ejercen de imanes para ciertos grupos de insectos, como ocurre por ejemplo con la centaura, compuesta que atrae a varias especies de mariposas. A mediados de verano el hinojo Foeniculum vullgare, o cenoyo que decimos en Asturias, está en plena floración, cubriéndose de grandes nubes de sírfidos, esas bonitas moscas polinizadoras que recuerdan a las abejas y abejorros, y que se conocen también como "moscas de las flores". Es un excelente momento para practicar la fotografía con estos atractivos insectos.

Una de las especies más codiciadas es Milesia crabroniformis, que alcanza los 25 mm, el mayor sírfido de Europa y una de las moscas de mayor tamaño.


Su nombre deriva de que imita a la avispa Vespa crabro. Afortunadamente en Gozón es bastante común y no resulta difícil de encontrar.


Un poco más pequeña y bastante parecida es Volucella zonaria. Es un poco más escasa y difícil de encontrar.



Otra preciosa especie es Myathropa florea, ésta sí bastante parecida a una abeja. Se encuentra sobre todo cerca de los cursos de agua.


Más pequeña es Eristalinus aeneus. Esta mosca es oscura y no muy llamativa pero presenta unos preciosos ojos facetados.



Y aún más pequeña y difícil de fotografiar es una especie de unos pocos mm, Spherophoraria scripta, que sólo se posa en las inflorescencias de menor tamaño.


Los sírfidos más frecuentes, quizá el 90% de los que encontramos, son los del género Eritalis. El más numeroso es sin duda Eristalis tenax, tan parecido a una abeja que emite un ruido muy parecido al volar.


O el bonito Eristalis arbustorum.


Todas estas fotos se hicieron en diversos lugares de Gozón durante este mes de agosto

sábado, 15 de agosto de 2015

Cuquiello de viaxe

A esti cuquiellu non lo criaron los sos pas, non los conoz siquiera. A esti xoven de cuquiellu criolo un páxaro muncho más pequeño que él, una zarrica, una pioyina, un raitán quiciás, los amos de los ñeros nos que la só má, la fema´l cuquiellu, ye a dexar los güevos. 

A este cuco no lo han criado sus padres, ni siquiera los conoce. A este joven de cuco lo ha criado un pájaro mucho más pequeño que él, un chochín, un mosquitero, quizás un petirrojo, los dueños de los nidos en los que su madre, la hembra del cuco, pone los huevos.


Tres facese grande y poder esnalar el cuquiellu dexa el ñeru onde nació y vese solu. Por eso ye increíble que seya capaz de alcontrar el camín hasta los llugares donde pasa el iviernu, nel sur de África, a miles de km.

Tras hacerse grande y ser capaz de volar, el cuco abandona el nido en el que nació y se ve solo. Por eso es increíble que sea capaz de encontrar el camino hasta los lugares donde pasa el invierno, en el sur de África, a miles de km.



A lo llargo los meses de agostu y setiembre vese en Asturies un pequeño númberu de cuquiellos migrando pola campiña y les biesques, sobremanera nel llitoral y sierres costeres.  Equí faen un altu pa xintar y coyer fuercies enantes de seguir viaxe. Comen pequeños inseutos como saltapraos, guxanos o merucos que busquen nos praos.

Durante los meses de agosto y septiembre se ve en Asturies una pequeña cantidad de cucos migrando por la campiña y los bosquetes, sobre todo en el litoral y las sierras costeras. Aquí hacen un alto para comer y coger fuerzas antes de seguir viaje. Comen pequeños insectos como saltamontes, larvas o lombrices que buscan en los prados.



Esti atopelo en Moniello fai unos díes.

Éste lo encontré en Moniello hace unos días.

martes, 11 de agosto de 2015

Unos cuantos cerrojillos

Advertido por mi compañero Xuan Cortés de una buena caída de paseriformes migrantes en Cabo Peñas, con la presencia de alguna que otra especie no habitual, me acerqué hasta allí al atardecer. Aunque no disponía de mucho tiempo pude registrar varias observaciones interesantes, como varios papamoscas cerrojillos Ficedula hypoleuca.


El papamoscas cerrojillo es uno de los migrantes que primero se hace notar, aunque este año han sido especialmente tempranos, ya desde finales de julio. Extendido por buena parte de Europa, casi todos los que se ven en esta época son juveniles, que tienen en el norte de la Península Ibérica una de sus principales zonas de reposo.



Curiosamente, aunque en teoría los papamoscas presentan un comportamiento territorial localicé un pequeño grupito de cinco, quizá ocurre que la abundancia de insectos permite que puedan estar tan juntos sin ningún problema. Aquí adquirirán la suficiente grasa para dar el siguiente salto en su migración a su área de invernada en el centro de África.



lunes, 10 de agosto de 2015

Las gaviotas llegan

Una de las cosas buenas que traen los días de lluvia es que se hace notar la presencia de aves en las playas, al vaciarse los arenales de turistas. Esto ocurrió el pasado viernes 7 de agosto, en el que orbayó durante buena parte de la tarde. Avisado por mi amigo Rubén de una nutrida presencia de gaviotas, y con cierto mono mono en el cuerpo después de bastante tiempo sin disfrutar de su compañía, me acerqué hasta Bañugues a ver qué tal. Y la verdad es que pasé una hora bastante entretenido, ya que fue el primer día con buenos grupos.


Hubo mayoría como es lógico de gaviotas patiamarillas Larus michahellis, con unas 670 aves, muy buena cifra para Bañugues, y también un buen conteo de gaviotas sombrías Larus fuscus, con cerca de 150. Sin duda para esta especie ya ha comenzado la migración postnupcial, y pude ver mis primeros juveniles.


Los juveniles de sombría son identificables por su tono general muy oscuro, incluyendo las coberteras. Con ellas comienzan a aparecer otras especies, como la gaviota argéntea, de la que localicé también mi primer juvenil.


Las argénteas tienen las coberteras muy claras, a modo de teclas de piano. Similares son los gaviones, que ademas destacan también por su tamaño. También localicé mi primer juvenil.


Además pude dar comienzo a la temporada de aves anilladas con una gaviota sombría, procedente como no de la isla de Guernsey por Paul Veron. Se trata de 2AH3, anillada en 2012 y con unas pocas observaciones entre Guernsey y Francia, este es su primer registro ibérico.


jueves, 6 de agosto de 2015

Blanca entre amarillas

La mariposa amarilla Colias crocea es tan amarilla que su nombre vulgar es precisamente ese, amarilla. Pertenece al grupo de los piéridos y es relativamente común en el concejo de Gozón. Las primeras del año se observan a lo largo del mes de marzo, variando bastante las fechas de un año a otro, y las últimas en septiembre u octubre. A lo largo de este periodo presentan dos o tres generaciones y las orugas se alimentan de plantas papilionáceas como Trifolium, Medicago o Lotus.


En estas fechas está volando la segunda generación, nacida en el verano, que presenta algunas diferencias con la anterior. Para empezar es bastante más numerosa, ya que es ahora cuando se observa por todos los prados del concejo, en primavera es más difícil verla. También, y esto es apreciación personal, presenta un comportamiento diferente, en primavera es una mariposa que vuela muy rápido y es muy complicado verla posada, mientras que ahora sedimenta con bastante frecuencia, en especial a libar de flores que la atraen mucho como la centaura.


Igualmente, y esto también es un poco de apreciación personal, es ahora cuando aparecen ejemplares de la llamada forma helice. Esta forma es una variación exclusiva de algunas hembras de Colias crocea, en la que desaparecen los tonos amarillos para dar paso a otros blancos o ligeramente amarillentos. Esta forma puede ser incluso confundida con otras especies del género Colias. Yo creo que esta forma aparece en las mariposas de esta generación porque en primavera nunca la he observado.


Las fotos se tomaron en un prado de la zona de Antromero el domingo día 2 de agosto.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Familias de charrancitos y gaviotas

Este mediodía tuve la suerte de poder localizar un pequeño grupo de tres charrancitos Sternula albifrons en la playa de la Ribera, en Luanco. Allí, volaban y sedimentaban en la arena ajenos al bullicio típico de una jornada tan veraniega. El grupito se componía de un ave adulta y dos jóvenes del año.


Aparentemente se trataba de un grupo familiar, es decir, dos pollos volanderos acompañados de uno de sus padres. Esto lo digo porque en un determinado momento pude ver como el adulto cebaba con un pequeño pescado a uno de los jóvenes. Esto no debe extrañar, los jóvenes de charrán como los de otras especies de aves marinas continúan ligados a sus progenitores en los momentos iniciales de su migración postnupcial.


Observamos de este modo la tremenda fuerza del instinto migratorio, ya que las aves inician esta migración cuando los jóvenes aún no pueden valerse del todo por sí mismos, aunque sí son capaces de volar. En un determinado momento los progenitores considerarán que ya ha llegado el momento de que sus polluelos sean totalmente independientes.


Digo que no debe extrañar porque en otras especies se repite el mismo esquema, aún cuando no venga acompañado de una migración. Por ejemplo, hoy también pude observar como dos jóvenes volanderos de gaviota patiamarilla, tal vez criados en Luanco, acosaron repetidamente a un adulto de la misma especie, seguramente uno de sus progenitores.


Durante un buen rato fueron detrás suyo, incitándole con glayidos continuos y pellizcando el punto rojo de su pico hasta hacerle regurgitar el contenido de su intestino, para alimentarse de él a continuación.



Las gaviotas adultas son capaces de reconocer a sus propios polluelos. Así, otro joven que pretendió acercarse a la escena para alimentarse de la papilla del adulto fue convenientemente expulsado por éste, seguramente no era de la familia.