miércoles, 30 de noviembre de 2016

Zorzales los dos

No deja de llamarme la atención el diferente comportamiento que presentan algunas especies de aves dependiendo de donde se encuentren. Un caso muy claro es el popular malvís o zorzal común Turdus philomelos. Éste por ejemplo es uno de los muchos que nos podemos encontrar en el concejo de Gozón en esta época, en prados o tierras de labor, fotografiado hace pocos días en la zona de Moniello.


Estos zorzales guardan una gran distancia de seguridad, y al mínimo contacto visual emprenden el vuelo a un refugio seguro o a la misma zona de alimentación pero mucho más lejos del observador. Sin embargo, los zorzales comunes presentes en los parques, como el de Ferrera en Avilés, toleran un acercamiento mucho mayor,


Este comportamiento lo presenta también su pariente el mirlo común, pero en este caso es más comprensible, dado que los mirlos de los parques son muchas veces nativos, y están acostumbrados desde su nacimiento a la presencia de la gente. Pero en el caso del zorzal tanto los presentes en el parque avilesino como los que hay en los prados y cultivos de Gozón son con gran probabilidad invernantes que proceden de Europa.


Es probable quizá que este comportamiento tenga que ver también con el sitio donde han nacido. Me pregunto si los zorzales del parque provienen también de zonas humanizadas (en Europa es un ave frecuente en parques y jardines) y buscan en invierno áreas de las mismas características, o si los zorzales de los campos y labrantíos provienen de áreas donde la presencia humana es mucho menor.

lunes, 28 de noviembre de 2016

De invernada

A pesar de las agobiantes dificultades que se van encontrando, bajo la forma de una creciente presión humana, parece ser que un grupito de aves limícolas se han decidido una temporada más a superar la época invernal en la playa de Bañugues. Muchos llevan aquí desde el mes de octubre y se quedarán si todo va bien hasta febrero o marzo. Como siempre, los protagonistas principales son los chorlitejos grandes Charadrius hiaticula, un grupito de 6 ejemplares con varios adultos. No tengo ninguna duda que con menos estrés habría más aves.


También parece haberse quedado un pequeño bando de vuelvepiedras Arenaria interpres, unas 8 aves, aunque la invernada de esta especie es más general en el litoral asturiano que en el caso del chorlitejo.



De momento hay unos poquitos correlimos comunes Calidris alpina, aunque esta especie suele desaparecer al llegar diciembre, a ver qué ocurre.


Del grupo de chorlito gris que arribó en octubre quedan dos jóvenes, al menos de momento.


El día que los fotografié, el pasado sábado, coincidieron con un juvenil de chorlito dorado que muy probablemente se encontraba en migración. Pude hacerles varias instantáneas a ambas especies juntas donde se observa bien el contraste.



Y por fin, dispersos por la playa, como cada año, se pueden contemplar unos pocos andarríos chicos, no más de 3 o 4.


sábado, 26 de noviembre de 2016

Una mirada al buitrón

De vez en cuando me gusta echar una mirada a las aves más discretas, esas que muchas veces pasan desapercibidas al carecer de brillantes colores o comportamientos llamativos. Una de ellas es el buitrón, o cistícola buitrón Cisticola juncidis. Contrariamente a lo que pueda sugerir su peculiar apelativo, el buitrón es uno de nuestros pájaros más pequeños.


Además para mí resulta una de las especies emblemáticas de nuestro concejo. El buitrón comenzó a colonizar Asturias a mediados del siglo XX, y a partir de su hábitat natural que son los carrizales de las zonas húmedas aquí ocupó áreas más abiertas de prados y pastizales.



Su progresión se limita de momento a las zonas más térmicas del litoral, por debajo generalmente de los 200 m de altitud, avanzando hacia el interior en la cuenca central asturiana. El buitrón es un ave treméndamente sedentaria, que no realiza movimientos más allá de pequeñas dispersiones después de la cría. Su área de distribución europea es bastante limitada.

En Asturias las poblaciones dependen en un alto grado de la naturaleza del invierno, y si éste es frío puede acabar con buena parte de sus efectivos. Dado que los últimos inviernos han sido bastante templados podemos asegurar que su nivel poblacional es el óptimo.


Este hecho se manifiesta especialmente en el concejo de Gozón, donde el cistícola buitrón se extiende a todo lo largo y ancho del mismo, en especial en la  franja costera, donde existen núcleos importantes como el de Moniello, donde hoy tomé estas fotografías. Es una de nuestras especies más llamativas y conspicuas y una de las que primero aprendemos a reconocer.



jueves, 24 de noviembre de 2016

La esquiva cascadeña

De todas las aves que conozco una de las más esquivas es la lavandera cascadeña Motacilla cinerea. Al mínimo contacto visual suele levantar el vuelo, aunque como su hábitat es muy reducido no suele posarse demasiado lejos. Este mediodía logre robarle unas pocas fotografías a un ejemplar en el puerto nuevo de Luanco.



Las lavanderas cascadeñas son aves muy ligadas a los cursos de agua dulce en cualquier época, ya que se alimentan de pequeños invertebrados acuáticos. En Gozón es muy escasa como nidificante, pero a partir de octubre comienzan a llegar aves invernantes que se reparten por todo el concejo.


Estas lavanderas ocupan lugares a lo largo y ancho del concejo que reúnen dos características principales: alguna zona de agua dulce (arroyos, charcos, regatos, etc.) que tengan preferentemente rocas alrededor, ya que les gusta posarse en sustratos duros. El área de distribución en invernada coincide casi exactamente con la de reproducción, porque la mayor parte de las poblaciones europeas son sedentarias. Las que invernan aquí proceden del oeste y norte de Europa.


El ejemplar que pude fotografiar hoy parece una hembra, al tener algo de amarillo en el pecho y la zona caudal. Entre las aves que encontramos en invierno predominan los jóvenes y hembras sobre los machos adultos. Seguramente estos son más fieles a sus zonas de cría y se desplazan mucho menos.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Un negrón común

Ayer pude localizar un negrón común en la ría de Avilés, y ello me da pie a reflexionar sobre su status. Es bastante penoso contar una y otra vez como la situación de muchas de nuestras aves ha sufrido un tremendo declive. Es triste y penoso, pero qué le vamos a hacer, así es la cosa. En mi última entrada hablaba del caso del andarríos chico, pero sin ninguna duda para mí uno de los más llamativos es el del negrón común Melanitta nigra. Hace unos años el negrón era un migrante muy numeroso, prácticamente la segunda especie más abundante en migración detrás del alcatraz.


Eran miles de aves las que se podían ver cada temporada, en los días buenos había grandes bandos, de cientos de aves, que constituían un gran espectáculo. Pero eso ha pasado a la historia, y hoy día por lo general se observan bandos aislados y de pequeño tamaño. También era frecuente que al final de la migración pequeños bandos se estacionasen a lo largo de la costa, llegando a invernar a veces (un caso aparte lo constituye la bahía de Gijón donde invernaban a veces cientos de negrones). Hoy día esto es también algo bastante esporádico.


El negrón común es un pato marino bastante numeroso, con una amplia zona de cría en la tundra del extremo norte y una también amplia área de invernada a lo largo del oeste de Europa y África.


Como siempre, para intentar comprender porqué ocurre ésto tenemos que mirar hacia otros lugares. ¿Es algo extendido o local? ¿Responde a un declive general? En el caso del negrón, podría ser. Una de sus principales zonas de invernada, si no la que más, es una de las áreas marinas con un seguimiento más intenso en el mundo, el Mar Báltico. Pues bien, se ha constatado que la población invernante en este mar ha sufrido un tremendo descalabro, prácticamente el 50%, en 15 años. Esto ha llevado a considerar a la especie en la Lista Roja bajo la categoría de "En Peligro".

No nos queda otra que esperar que la especie se vuelva a recuperar y podamos disfrutar otra vez de esas jornadas de impresionante migración. Acabo con una foto del lugar donde localicé ayer a este solitario negrón, es el bultito de la izquierda.




sábado, 19 de noviembre de 2016

El declive del generalista

El andarríos chico Actitis hypoleucos es el menos selectivo y más generalista de todos los limícolas que invernan en Asturias, y por ello es el que aparece más extendido a lo largo de todo el litoral. Suele preferir, eso sí, zonas en las que haya presencia de agua dulce, como canales, arroyos, charcas, etc. Pero es capaz de alimentarse en una gran variedad de hábitats, desde prados..


a zonas de fango, como pude comprobar hoy en la ría de Avilés, donde tomé las fotos de este post.


Otra característica de la invernada del andarríos chico es que los ejemplares suelen invernar de manera aislada, siempre solitarios y dispersos entre sí. Es frecuente que aún en esta época se comporten de forma territorial y peleen entre ellos cuando se encuentran, cosa curiosa en un grupo de aves, las limícolas, que es frecuente que invernen en bandos.


En los últimos años la invernada del andarríos chico, al menos donde yo lo tengo controlado, ha descendido de manera espectacular. La fachada este de Cabo Peñas acogía un buen número de ejemplares, quizá entre 30 y 40, dispersos por playas y ensenadas. Ahora ha desaparecido de un buen número de ellas y su número se ha reducido prácticamente a la tercera parte. Por ejemplo en la bahía de Luanco, donde podía haber entre 7 y 10 aves, ahora es casi ocasional.


Es difícil saber porqué ha sucedido esto. Los datos nos dicen que en Europa ha sufrido un acusado declive. En los países Bálticos, Suecia y Finlandia, la especie ha descendido entre un 30% y un 40%,. Lo mismo ha ocurrido en Noruega y en Reino Unido, que son los otros dos países que acogen la mayor parte de las poblaciones europeas. Por eso la especie ha sido incluida en la Lista Roja Europea bajo la categoría de Casi Amenazado; los datos de anillamiento nos indican que la mayor parte de los invernantes ibéricos provienen de los países antes citados.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Gaviotas y estrellas

Las estrellas de mar no tienen muchos depredadores, para eso están provistas de excelentes protecciones naturales (púas, exoesqueleto..). Pero sí hay algunos animales que se alimentan de ellas de vez en cuando, esquivando estas protecciones. Entre ellos se encuentran las gaviotas grandes.


No es muy frecuente observar una gaviota devorando una estrella de mar, ya que no debe ser una presa habitual. En mi caso es la segunda vez que lo observo, en ambos casos se trataba de una gaviota patiamarilla Larus michahellis adulta en el nuevo puerto de Luanco, y en los dos la presa era una Marthasteria glacialis.


El mecanismo que siguió la gaviota las dos veces que pude observarlo fue idéntico. En primer lugar, proceder a darle varias vueltas al equinodermo y golpearlo repetidamente hasta lograr romperle uno de los brazos, que será el primer plato del menú. Se ve que la estrella entera es un bocado demasiado grande.


Ya con sólo 4 brazos la gaviota repite la operación, ya más sencilla, hasta arrancar otro, que constituye el segundo plato.



Cuando a la estrella le quedan tres brazos la gaviota, no sin ciertas dificultades, procede a tragársela entera. Este es el último y más suculento plato del menú. Sin duda, después de esta notable comida, no necesitará volver a alimentarse en bastante tiempo.




Los equinodermos deben ser tan sólo una presa ocasional de estos grandes y poderosos láridos, accesibles sólo en las mareas más bajas. Me pregunto si son sólo unas pocas gaviotas las que habrán aprendido a aprovechar este recurso, si este curioso comportamiento que he descrito será fruto del aprendizaje y la joven gaviota de la foto de arriba habrá recibido su primera clase, ayer 13 de noviembre que fue el día en que tomé estas fotos.



sábado, 12 de noviembre de 2016

Otro otoño para el montesino

Siempre escaso y de forma muy puntual, muchos otoños llega a Gozón algún que otro escribano montesino Emberiza cia. Dos enclaves concretos son sus favoritos: las zonas más rocosas del Cabo Peñas y las dunas de Xagó. En éstas he podido localizar esta semana mi primer ejemplar de la temporada, un precioso macho adulto.


Este paseriforme ocupa una amplia franja de Eurasia en latitudes templadas. En Europa se circunscribe sobre todo al área mediterránea. Los ejemplares que aparecen en Gozón pertenecen seguramente a la población local asturiana, que ocupa para nidificar áreas pedregosas por encima de los 600 m de altitud por lo general (aunque en ocasiones por debajo de esa cota), y que se dispersan una vez terminada la cría.


La población más próxima se encuentra en la Sierra de Bufarán, que apenas dista unos 15 km de Xagó en línea recta. Lo que más me sorprende es que lleguen estos ejemplares adultos y no juveniles, que sería más de esperar en aves que se dispersan. Una vez que están aquí es fácil que se queden a pasar el invierno entre nosotros al abrigo del agradable clima costero.




miércoles, 9 de noviembre de 2016

Llegan las cabecinegras

El mes de noviembre ve como se intensifica la llegada de gaviotas, tanto en paso como ya para invernar en nuestro litoral. Hace unos días comentaba el caso de las canas, y otra especie cuya presencia se nota ya es la gaviota cabecinegra Ichthyaetus melanocephalus. De momento no son muchas, las adultas pueden incluso pasar desapercibidas entre las más abundantes gaviotas reidoras.


Se distinguen de ellas por varios rasgos identificativos; aparte de ser un poco mayores, el pico es más grueso y el extremo de las primarias es totalmente blanco y no negro. En la siguiente foto es más fácil de reconocer ya que es la única que mira hacia la derecha.


En los pequeños grupos de cabecinegras las más escasas son las aves en su segundo invierno; aún no tienen el pico rojo de las aves adultas (que están al menos ya en su tercer invierno) y el extremo de las primarias tiene unas pintas oscuras (en la foto siguiente es el ave del centro).


Por fin durante este pequeño periodo del paso antes de establecerse la invernada definitiva las aves de primer invierno son numerosas, luego se harán algo más escasas.


Algunas pueden estar incluso mudando, sin haber adquirido todavía el plumaje definitivo.


La invernada de la gaviota cabecinegra se establece sobre todo a partir de diciembre, cuando llega la mayor parte de las aves. Es entonces el momento de empezar la búsqueda de anillas, sobre todo en las playas de Luanco y Bañugues, donde se tomaron estas fotos.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Fin de ciclo

Este temporal que ha entrado hace pocos días, el primero verdaderamente serio de este otoño, ha traído consigo muy probablemente el término de la temporada de odonatos, el fin de este ciclo 2016. A primeros de noviembre, con las temperaturas aún altas y bastante sol, podía verse todavía alguna que otra libélula, como este bonito macho de Aeshna cyanea que localicé en un regato de Iboya, una de mis zonas de prospección en el concejo.


Es el primer ejemplar de este odonato típicamente otoñal que he tenido ocasión de fotografiar esta temporada. Se trata de una libélula muy errática que se encuentra muy a menudo lejos de las masas de agua. Su periodo de vuelo transcurre sobre todo en septiembre y octubre.


Su pariente más pequeña, la abundante Aeshna mixta, aprovechaba esos últimos días de calor otoñal para reproducirse.


Se puede apreciar por el desgaste de las alas que muy seguramente se trata de ejemplares que cuentan con varias semanas de vida. Es la primera cópula de la especie que consigo fotografiar, en las dunas de Xagó.


Si las dos especies anteriores son características del otoño no es este el caso de otra libélula que pude localizar en Iboya, Cordulegaster boltonii, mucho más típica del verano y que desaparece como muy tarde en septiembre. Este ejemplar ha tenido mala suerte, seguramente se desarrolló antes de tiempo debido al otoño anormálmente caluroso de este año, y su vida no será muy larga, ni fructífera.


Por su parte, los caballitos del diablo han desaparecido casi en su totalidad, y en Gozón sólo se localizan a estas alturas ejemplares de la especie más resistente, el abundante Lestes viridis.


Si el temporal no se alarga demasiado y vuelve pronto el tiempo estable, es posible que estos odonatos sigan volando algunos días más. Si no, el ciclo se podrá dar por finalizado hasta el próximo mes de abril, cuando aparezcan las pioneras, las primeras joyas de la temporada.