viernes, 30 de noviembre de 2018

Cercetas invernantes

La llegada de las cercetas comunes Anas crecca como invernantes a Asturias se puede producir a partir del mes de septiembre, especialmente aves jóvenes, pero es a partir del mes de octubre y especialmente noviembre cuando ya se observan bandos de buen tamaño en diversos humedales, sobre todo en zonas costeras.


Estos últimos días he podido prospectar dos zonas que se han convertido en habituales para la invernada de esta pequeña anátida en territorio asturiano, como son la poza de la ría de Navia y la cola de la ría de Avilés. En ambos enclaves se pueden contabilizar ya cifras cercanas a los 50 ejemplares, que podrían verse incluso aumentadas en diciembre si el tiempo viene frío.


Algunos estudios realizados recientemente han podido constatar la fidelidad de las cercetas comunes a sus áreas de invernada, a las que regresarían año tras año. Parece que esto aumenta sus posibilidades de supervivencia gracias al conocimiento adquirido del entorno local.


Los grupos de invernantes están compuestos tanto por aves jóvenes como adultas. Los jóvenes comienzan a mudar en los cuarteles de invierno, y en estas fechas los machos ya adquieren algunos rasgos de adulto, en especial el dibujo de la cara.



domingo, 25 de noviembre de 2018

De Inglaterra a Portugal

Durante todo el periodo de estancia de las gaviotas sombrías por Asturias se pueden localizar ejemplares anillados. Cada anilla encontrada nos proporciona la satisfacción de conocer una nueva historia, aparte de contribuir un poco más al conocimiento de su biología y colaborar en su conservación.

Así, el pasado día 10 de noviembre localicé una bonita gaviota adulta, del proyecto inglés de Mike Marsh, en la playa de Verdicio, de código F.CFH. Su lugar de anillamiento es la isla de Havergate, en Suffolk, y la fecha el 03/07/2011 como pollo volandero.



 Hasta ahora todos sus registros se reparten entre su lugar de anillamiento, donde ahora se reproduce, y la zona de Faro, en el sur de Portugal, que parece ser su área de invernada. Un trayecto de unos 2.000 km que esta gaviota realiza dos veces al año, una ruta por otra parte habitual para la especie.



domingo, 18 de noviembre de 2018

Aguja colinegra islandesa

Un juvenil de aguja colinegra Limosa limosa lleva una buena temporada en la ensenada de Llodero. Parece haber elegido este enclave para pasar el invierno, lo cual es un hecho noticiable, dado que si bien la Península Ibérica constituye uno de los principales enclaves en la invernada de esta especie, con cerca de 60.000 aves, en Asturias supone un acontecimiento bastante escaso y casi anecdótico.


La aguja colinegra presenta tres subespecies claramente definidas. Una de ellas se reproduce en Asia oriental, la segunda (subs. nominal) en Asia central y Europa, mientras que la tercera (subs. islandica) lo hace tan sólo en Islandia. Estas dos últimas son las que llegan en invierno a la Península Ibérica.



La distinción morfológica de estas dos subespecies no es complicada, como puede verse en varias guías, y gracias a ello podemos saber que el ejemplar presente en Llodero pertenece a la subs. islandica, es decir, viene de Islandia.


Un hecho interesante que prueban algunos estudios realizados sobre la especie es que, si bien ambas subespecies coexisten en invierno en la Península Ibérica, se produce una clara segregación espacial en el uso del hábitat. Así, las agujas continentales se alimentan sobre todo en humedales interiores, en especial arrozales, mientras que las agujas islandesas lo hacen principalmente en estuarios marinos, tal como le sucede a nuestro ejemplar de Llodero.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Puestas en la madera

Los odonatos presentan formas muy diferentes y variadas de realizar la puesta de los huevos fecundados tras la cópula. Una de las más llamativas es la del caballito del diablo Chalcolestes viridis. En esta especie la pareja permanece unida, el ovopositor de la hembra es bastante afilado y le permite realizar una incisión en las ramas de los arbustos. Dentro de la madera los huevos sobreviven al invierno, y tras eclosionar en primavera las larvas caen al agua espués de los primeros días de desarrollo. Hace unos días pude registrar un tándem en la zona de Iboya.


Se cree que este hecho permite a la especie aprovechar cursos de agua temporales. En Gozón es uno de los odonatos más extendidos, ya que está muy adaptada a buena parte de los cursos de agua, tanto pequeñas charcas como todo tipo de arroyos y regatos con suficiente arbolado. Además es uno de los más tardíos, ya que aparece a finales de verano, volando hasta bien avanzado noviembre.


jueves, 8 de noviembre de 2018

Collalbas, viajes oceánicos y vientos.


A finales del mes de octubre se registró a lo largo de la costa asturiana una caída excepcional  de migrantes de collalba gris Oenanthe oenanthe. Si bien muchas temporadas se registra algún ejemplar en fechas tan avanzadas (su periodo más habitual finaliza a primeros de octubre), este año se registraron un buen número de ellos. Yo pude observar varios por el litoral de Gozón, que son los que ilustran esta entrada.


¿Por qué pudo ocurrir este acontecimiento inusual? Es muy probable que estas collalbas provengan del extremo de su zona de cría, en las islas del Ártico canadiense, donde se reproduce la subespecie leucorhoa. a una distancia de casi 7.000 km de sus zonas de invernada africanas. Una estrategia muy factible para estas collalbas consistiría en bajar por la costa canadiense hasta dar el salto a África por los puntos más cercanos entre ambas costas, atravesando el Oceano Atlántico en un vuelo de unos 4.000 km, tras el cual tendrían un tramo ya más ligero bordeando el desierto del Sahara.



Diversos estudios realizados han demostrado que este trayecto es perfectamente posible. Las collalbas, con unas reservas óptimas de grasa, que alcanzan para algo menos de 70 horas de vuelo, "navegarían" a una altura óptima de entre 700 y 3.000 m. Dependiendo de la época en que viajen, las aves que realizan este vuelo con éxito tardan de media entre 53 y 58 horas, es decir, alrededor de dos días y medio.


Ahora bien, un factor imprescindible para asegurar el éxito de esta tremenda odisea oceánica es un condicionante externo, el viento. Las collalbas deben contar con un viento de cola que las ayude en su trayecto, que debe tener como es fácil de comprobar una componente N o NO.  Estos vientos son la tónica más normal en el mes de octubre, ya avanzado el otoño, época en la cual hay un dominio de las borrascas oceánicas, como se puede comprobar en estos gráficos de un año anterior.



¿Qué ha pasado este año? Pues que estos pequeños pájaros se han encontrado con una situación totalmente atípica, como es un enorme anticiclón en el Atlántico Norte, que ha producido vientos totalmente desfavorables para su viaje, vientos de componente sur o este. Así, para no verse arrastradas al océano abierto, las collalbas se han visto obligadas a ir rectificando su trayectoria, terminando en la Península Ibérica cuando sus reservas de alimento ya no daban para más.



Las collalbas acaban aquí tan agotadas y faltas de energía que incluso se han visto obligadas a detenerse varios días seguidos, alimentándose de forma continua. Ahora les queda un último salto que no esperaban, ya que en el programa de su evolución este viaje debería haberles dejado mucho más cerca de su casa de invierno.




Para saber más:


Marc Bulte, James D. McLaren, Franz Bairlein, Willem Bouten, Heiko Schmaljohann and Judy Shamoun-Baranes. Can wheatears weather the Atlantic? Modeling nonstop trans-Atlantic flights of a small migratory songbird. The Auk. Vol. 131, No. 3 (July 2014), pp. 363-370

domingo, 4 de noviembre de 2018

Blanca entre amarillas

Una de las especies de mariposas que aún se observa por Gozón es la "amarilla" Colias croceus. Su periodo de vuelo entre nosotros comprende normalmente desde el mes de marzo (este año la primera la registré el día 01/03) hasta este mes de noviembre. Es una especie migradora, y es bastante probable que durante el periodo que no están aquí los ejemplares se desplacen al sur de la Península Ibérica, donde si se encuentran todo el año. De manera muy ocasional algunos imagos (adultos) se pueden quedar a pasar el invierno.


Muchas especies del género Colias presentan una variante de tonos blancos entre las hembras, y Colias crocea no es una excepción. Esta forma, denominada "helice", se calcula que comprende el 5-10% del total de hembras. Los estudios realizados concluyen que esta forma pervive porque es más eficiente a bajas temperaturas. Así, tienen más reservas de lípidos en condiciones frías, y por eso presentan una mayor tasa de fecundidad en estas condiciones que la forma "normal".


Durante estos días las mariposas de esta especie tratan de acumular reservas libando de las flores que aún están disponibles, gustando especialmente de la compuesta Dittrichia viscosa. Estas fotos las tomé a finales de octubre en la zona de Nieva.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Garcillas bueyeras por los prados

Cada temporada, a mediados de otoño, un pequeño grupo de garcillas bueyeras Bubulcus ibis se asienta en los extensos prados de la zona de Vioño, compartiendo terreno y buena vecindad con el ganado vacuno que pasta aquí de forma extensiva.


Este año no ha sido una excepción, y ya tenemos un grupo de 7 ejemplares establecidos. Entre el blanco níveo de las garzas, los tonos pardos de la raza asturiana de los valles y los prados verdes el contraste cromático es de una gran belleza. A ver cuanto tiempo se quedan.