lunes, 29 de abril de 2013

Llegan agujas

El paso primaveral de limícolas transcurre a toda velocidad y con altas tasas de recambio, y cada día te puedes encontrar con una nueva sorpresa. Así que merece la pena cogerse un bocadillo y acercarse a la hora de comer a la playa de Bañugues. Ventajas: es cuando la playa está más tranquila y además estos días coincide con la marea baja. Si además como hoy sale el sol y sopla nordeste, favorable para la sedimentación de las aves, pues todo rodado.

Novedad de hoy: buena llegada de aguja colipinta Limosa lapponica, con un grupo de 15 aves, 10 machos y 5 hembras, alimentándose en la orilla junto con unos pocos ejemplares de otras especies.


En los machos se observa diferente cantidad de anaranjado en las partes inferiores, aunque ninguno de los que observé lo tenía completo.



En las hembras algunas conservan el plumaje de invierno, como el ejemplar de las foto de arriba, el pico tiene bien diferenciadas la mitad superior rosada y la inferior negruzca, y el plumaje es más "blanco". Otras ya van mudando, el pico es más negruzco en su conjunto y el plumaje más oscuro. Aquí se ve una de cada.


En los machos como se ve la muda está muy avanzada, las partes inferiores ya se ven bastante anaranjadas en general, y el pico también va oscureciendo.


Las agujas se alimentan sobre todo en la orilla, que recorren de manera continua, metiendo su pico a veces en toda su longitud. Aquí va un par de vídeos, uno de ellos con un espectador de excepción.



Como digo, con las agujas había unos pocos limícolas de otras especies. Entre ellos un vuelvepiedras, que evmos en una foto de arriba, 2 correlimos gordos...


Por los tonos del plumaje, un profano pensaría que el correlimos es la cría de las agujas jeje...El otro correlimos, en plumaje invernal, es tan diferente que cualquiera pensaría que se trata de dos especies..


También 4 chorlitos grises, tanto adultos como aves de primer invierno..


Un correlimos tridáctilo...


Y zarapito trinador, por supuesto, algunos en la playa...


Pero la mayoría en bandos de un lado para otro, de manera que se hacía difícil contarlos, aunque yo creo que vuelve a haber un pequeño repunte, entre 100 y 120 aves.



domingo, 28 de abril de 2013

Veraneante ilustre y mañana tranquila

Esta mañana me acerqué hasta Bañugues, una jornada tranquila en lo relativo a las aves, todo lo contrario que en lo meteorológico, ya que a partir del mediodía las granizadas fueron constantes, con lo cual se impuso la retirada. Aunque todo lo que había para ver, se vio.

El veraneante ilustre al que me refiero es nuestra vieja amiga la gaviota de Kumlien Larus glaucoides kumlieni, que tiene toda la pinta de que podría quedarse por aquí a pasar el veranito.


Ya hay precedentes de gaviota polar que pasó algún verano en las costas ibéricas, pero son todos referidos a la más común ssp. nominal glaucoides, sin ir más lejos la que está ahora en Gijón, pero de la ssp. kumlieni no conozco ninguno. Aquí la tenemos en su posición favorita, durmiendo.


Por lejos que esté se reconoce perfectamente...















En cuanto a los limícolas, pasada la primera oleada de abril que trae siempre el máximo de zarapito, la situación esta en pausa, a la espera del pico migrador que no puede tardar mucho de primeros de mayo. Un bando de unos 40 zarapitos trinadores Numenius phaeopus daba vueltas sobre la playa y alguno solitario estaba posado en las rocas, aquí lo tenemos por ambas caras...


Esta es la cara de sombra...






















Y esta la de sol...
En el grupo de zarapitos se observan 4 agujas colipintas Limosa lapponica, dos machos y dos hembras, que luego cruzaron volando separadas...








Por lo demás, probables restos del grupo migratorio de días atrás, como algún chorlito gris, andarríos chico y el correlimos gordo Calidris canutus.









Una pareja de collalbas grises Oenanthe oenanthe en paso, con toda la pinta de juveniles.





Y nuestra amiga azulona, que aún conserva 7 patinos sanos y salvos.


viernes, 26 de abril de 2013

Los verdecillos inician su cría

Es una época de intenso ajetreo para muchas de nuestras aves, que están inmersas en plena época de cría, y el precioso verdecillo Serinus serinus no es una excepción. El verderín, que decimos en Asturias, es el más pequeño de nuestros fringílidos, y como la mayor parte de los representantes de esta familia presenta un notable dimorfismo sexual, siendo el macho mucho más llamativo que la hembra. El plumaje de este aparece en época nupcial intensamente teñido de un tono verde amarillento.











Mientras la hembra es mucho más apagada y discreta.















Otro rasgo muy típico del verdecillo es la notable longitud de sus alas en relación a su tamaño, por eso al volar parece en ocasiones un murciélago; este macho, al caminar, parece que las lleve arrastrando.


El comportamiento del verderín guarda similitudes con el del otros fringílidos. Por ejemplo, a semejanza del verderón, anida en pequeñas colonias de unas pocas parejas. Para anidar suelen elegir zonas con mayor densidad de arbolado y árboles más altos que su pariente. Por ejemplo, esta pareja que llevo controlando hace unos días ha elegido un ciprés muy denso de ramaje para hacer el nido.


Y he apreciado que al igual que otro pariente suyo, el jilguero, los verdecillos se mueven en pareja a la hora de confeccionar el nido. Pero es la hembra la que suele recoger el material para hacerlo a su gusto. El otro día comprobé como recolectaba en una fachada, como se ve en este vídeo.


Cuando se alejó en dirección al nido me acerqué hasta allí intrigado para comprobar lo que podía ser, y esto es lo que me encontré: la verderina había estado arrancando una vieja tela de araña con algunas plumas adheridas, seguramente la sustancia pegajosa le sirve para afianzar la estructura del nido.


El macho acompaña siempre a la hembra, pero se suele mantener aparte y expectante. Su verdadera labor se inicia al llegar al emplazamiento del nido, como en otras especies de paseriformes, el verderín se pone a cantar de vez en cuando en un posadero en las inmediaciones del nido.


El canto del verderín es otra de las características de la especie, y resulta inconfundible, un gorjeo estridente y muy rápido compuesto por varias estrofas, que emite tanto posado como en vuelo. Además, mientras se mueve de un lado a otro está reclamando casi de continuo. Eso sí, cuando la hembra se va a seguir recogiendo material, él también.


El verdecillo no es escaso en Gozón, y se reproduce por todo el concejo, siempre en la proximidad de zonas arboladas. En invierno se vuelve mucho más raro, ya que la inmensa mayoría se desplazan a otras zonas, seguramente al sur de la Cordillera. Este invierno por ejemplo no detecté ninguno hasta finales del mes de febrero, cuando empezó su retorno.

miércoles, 24 de abril de 2013

Buen paso

Las condiciones meteorológicas son muy favorables para la sedimentación de limícolas, con un viento fuerte de componente nordeste que se opone a su migración. Además está muy soleado con lo cual podemos disfrutar de ellos en plenitud. Todo ello hace que merezca la pena acercarse a los lugares estratégicos para observarlos. Ayer a la tarde en la playa de Bañugues había una buena colección.

Había dos pequeños grupos alimentándose en la playa. Uno de ellos con las aves de mediano tamaño, entre ellas 5 chorlitos grises Pluvialis squatarola. Los adultos aún no han completado su muda, pero ya se pueden diferenciar machos y hembras. Estas últimas tienen menos negro en el pecho y más plumas marrones en el dorso, aquí vemos uno de cada.



Y también hay aves en su primer verano.


En este grupillo había también un par de vuelvepiedras Arenaria interpres, uno de ellos en plumaje nupcial y el otro aún conservando el invernal, quizás un juvenil.


Y también un correlimos gordo Calidris canutus, primero de la temporada, es una especie no muy habitual en Bañugues, también estaba en plena muda a plumaje estival.



Durante un rato el correlimos gordo se unió al otro grupillo que se encontraba en la playa, el de los limícolas pequeños. Aquí va un vídeo para comparar tamaños.


Este otro grupo estaba conformado por 24 correlimos comunes Calidris alpina y 17 chorlitejos grandes Charadrius hiaticula. Estos bandos suelen pasar todo el tiempo alimentándose sin cesar, reponiendo fuerzas para seguir viaje lo antes posible. Aquí pongo un par de vídeos para ver como se mueven de un lugar a otro, cada uno con su técnica, los correlimos comunes picando continuamente de la arena y los chorlitejos moviéndose espasmódicamente para coger invertebrados de la superficie.



También localicé un par de andarríos chicos Actitis hypoleucos, uno de ellos reposando al lado del arroyo.


Y en cuanto a los zarapitos trinadores, muy pocos en la playa pero un buen grupo de unas 100 aves en los prados junto con unas pocas agujas colipintas.




Un buen surtido de aves para pasar una buena tarde.

martes, 23 de abril de 2013

Contando zarapitos y agujas.

Ayer por la tarde me acerqué hasta la playa de Bañugues, con la marea bastante alta. Me costó un poco hacer un recuento del número de zarapitos trinadores Numenius phaeopus, lo cual es buena señal, porque eso es un indicativo de que sus números son altos. Este pico de la migración dura poco, y es un espectáculo observar a los grupos de aves de un lado para otro llenando el aire con su reclamo.

Cuando llegué ya se encontraba una buena agrupación posados en las rocas, su sitio habitual de descanso, alrededor de 140 aves.


Junto con ellos, y esto es importante, se encontraban varias agujas colipintas Limosa lapponica dispersas, unas 10 entre machos y hembras.



Al poco rato una parte de estos zarapitos comenzó a desplazarse a los prados del entorno, en el vídeo se ve (y escucha), apreciando como con ellos se va la mayor parte de las agujas, que se aprecian notablemente más pequeñas.



Pude contar entre 90 y 100 aves desplazándose, y estas aves eran reemplazadas por otras que se posaban también en las rocas.


En ese momento llegó un bando grande, aparentemente desde la mar en migración directa, que sedimentó en la playa.


Este bando, de 85 aves, permaneció unos momentos en la orilla, refrescándose y alimentándose, típica actitud de las aves que son recién aterrizadas de un viaje migratorio.




En ese momento pude contabilizar el máximo de aves sedimentadas, unas 175 en las rocas y este bando de 85, total de 260. Más las 90-100 que se habían ido con las agujas, me daba un total de unos 350 zarapitos trinadores, como en los mejores años para la especie.

A partir de ahí todo fue un continuo de grupos de pequeño y mediano tamaño volando de un lado para otro por encima de la playa, un precioso acontecimiento ornitológico que dura escasos días.


lunes, 22 de abril de 2013

Cantan los bisbitas arbóreos

Al igual que la lavandera boyera, otro de los migrantes transaharianos que llegan a Gozón en primavera, como a buena parte de Europa, para reproducirse, es su pariente motacílido el bisbita arbóreo Anthus trivialis. Presenta un status muy similar al de aquella, ya que aparece y se va más o menos en las mismas fechas. El sábado pasado localizaba uno resguardado del fuerte nordeste en una rama de tojo.


Su aspecto es muy similar al del bisbita pratense, pero es un poco más robusto y compacto y tiene el tinte del plumaje más oliváceo. Además en Gozón este último es invernante, y coinciden escasos días en la zona. El bisbita arbóreo ocupa diversos hábitats, pero he visto que su densidad es mayor en zonas arboladas, sobre todo pinares.


Lo más destacado de este pájaro es sin duda su canto, un trino potente y melodioso de varias notas que repite a intervalos entre 5 y 8 segundos. Suele emitirlo desde posadero alto, y es muy típica la acción que se observa a veces, el pájaro asciende y desciende cantando abriendo sus alas como un paracaídas. Este que filmé ayer no estaba en Gozón pero nos da una idea perfecta de lo que comento.



sábado, 20 de abril de 2013

Fieles a su cita

Hace justo hoy un año comentaba las observaciones de los primeros bandos de zarapito trinador Numenius phaeopus en la playa de Bañugues. Pues bien, justamente un año más tarde, hoy 20 de abril, Jorge Valella me avisaba del paso activo de pequeños bandos frente a Punta la Vaca, y una vez que me pasé por Bañugues pude observar, junto con mi compañera Charo que ya se encontraba allí, el primer bando de esta temporada, unas 31 aves.


El paso primaveral de zarapito trinador en Bañugues es para mí una de las efemérides más llamativas del calendario ornitológico en el concejo de Gozón. Las aves van y vienen llenando el aire con su reclamo inconfundible, muchas veces los escuchas antes de verlos. Se alimentan sobre todo en los prados del entorno de la playa, probablemente de lombrices, y se desplazan a la playa a descansar en las rocas o beber en el río junto con las gaviotas.


Su ruta migratoria es similar a la de otros limícolas que pasan en primavera por esta zona, pero se adelantan unos días respecto a otras especies. Vienen  de las zonas de invernada del oeste de África y se dirigen a las de cría en el norte de Europa, pero sobre todo de Islandia. Aquí he señalado esta ruta sobre su mapa de distribución.


En cuanto a los demás limícolas la migración prenupcial transcurre de momento con pequeños contingentes. Hoy había un grupillo con 7 correlimos comunes Calidris alpina y 5 chorlitejos grandes Charadrius hiaticula.


En la foto de arriba el correlimos común de la izquierda es un alpina, más rojizo y con la mancha negra más compacta y rellena, mientras que la derecha es un schinzii, aquí va un detalle de este último.


Y aquí un detalle de un chorlitejo grande. Muestra la curiosa forma de alimentarse que he observado en esta especie y que me llama mucho la atención, el ave adelanta la patina para sondear la arena y detectar pequeños invertebrados.