domingo, 14 de julio de 2013

El discreto petirrojo

Ayer coincidíamos mi amiga Pilar y un servidor en apreciar lo aparentemente escasos que se vuelven los petirrojos Erithacus rubecula en esta época, hasta tal punto que parecen desaparecer por completo. Y es que también había pensado en ello hace unos días, cuando tuve oportunidad de fotografiar un pequeño raitán que salió al descubierto (por supuesto sin percatarse de que yo andaba por allí) en un pequeño bosque de ribera de la zona de Maqua.


¿Responde esta impresión a la realidad? ¿Tan escaso se vuelve el petirrojo en esta época del año? Primero hemos de tener en cuenta un hecho indudable. Una estrategia que siguen muchos paseriformes para intentar que su reproducción tenga éxito es la discreción, ya que deben mantener escondido el emplazamiento de sus nidos, para no llamar la atención de un gran número de predadores que podrían atacar a sus pollos (córvidos, mustélidos, etc.). Este hecho influye mucho a la hora de dejarse ver.


Por otra parte, hay que señalar que en otoño e invierno, en especial en el periodo que va de octubre a marzo, el número de petirrojos se dispara por la enorme afluencia de aves procedentes del norte que llegan a nuestras latitudes a invernar. Varias circunstancias hacen además que destaquen sobremanera. Por un lado, son pájaros territoriales que no se reúnen en bandos para pasar el invierno, sino que cada individuo se apropia de una pequeña parcela. Esto hace que aparezcan por todos lados, en cualquier punto disponible del concejo de Gozón que reúna unas mínimas condiciones aparecerá un petirrojo.


Estos petirrojos norteños son además mucho más confiados que los nativos y soportan mejor la proximidad del hombre, a veces hasta extremos insospechados además. Esto hace también que su "visibilidad" aumente. Finalmente, parece por lo que he visto que muchos petirrojos nativos permanecen todo el año en la proximidad de sus áreas de cría, que son siempre zonas con abundancia de vegetación, en especial bosques de ribera, pero también setos, zarzales, montes de eucalipto, etc. Los invernantes son en general los que en invierno vemos en los parques y los pueblos, en zonas más habitadas.


En todas estas zonas que indico los petirrojos locales están sacando adelante sus nidadas. Y podemos comprobar que no es tan escaso cuando paseamos por un enclave propicio y afinamos el oído. El canto del raitán, tan característico e inconfundible, es uno de los que con mayor insistencia podemos escuchar. Eso sí, el macho de la especie (que es el que canta por esta época) se mantiene fiel su estrategia bien camuflado en el follaje.


6 comentarios:

  1. Por el jardín me parecen un poco más descarados, en el campo, como dices, lo sueles oír, más que ver en estas fechas. En todas las especies hay ejemplares que dan la nota: http://cosasdelmigue.blogspot.com.es/2011/03/el-petirrojo-es-un-exhibicionista.html
    Saludos.

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    1. A lo mejor los que están más acostumbrados al hombre se comportan de otra forma Miguel. Un saludo

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  2. Muy guapas fotos!!..Estoy contigo en que la aparente escasez de petis después de la época reproductora tiene mucho que ver con ese intentar pasar desapercibidos,a parte de que pasada la época reproductora en la que se dejan ver mucho,los machos,muy territoriales en esta especie,ahora ya están más calmados.Ese flujo invernal de aves procedentes del norte,unido al caracter territorial y "peleón" de los petis, hace que en época invernal los veamos por todas partes.Es un tema apasionante este de "los raitanes"...un saludo amigo.

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    1. Un ave apasionante, a lo largo del año presenta diferentes actitudes y comportamientos, lo cual hace que su estudio sea apasionante. Un saludo y gracias por pasar Xurde.

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  3. Yo había percibido el efecto pero desconocía la causa, aunque la intuía.Gracias por todo . Un saludo

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