domingo, 26 de mayo de 2019

Un pequeño repostaje

Uno de los insectos migradores más llamativos que podemos observar en nuestras latitudes es la esfinge colibrí Macroglossum stellatarum, una polilla de actividad plenamente diurna. Se llama así porque se alimenta en pleno vuelo agitando sus alas a gran velocidad como los colibríes, y de hecho hay gente que las toma por tales.


La esfinge colibrí pasa el invierno en estado adulto, en especial en las zonas del sur de su área de distribución, y al llegar la primavera se produce una gran migración hacia el norte con el fin de reproducirse. Por Asturias se ven especialmente en mayo o primeros de junio, llegando al norte de Europa a finales de este mes, como demuestra un seguimiento realizado hace unos pocos años en las islas británicas. En estos viajes pueden llegar hasta las proximidades del Círculo Polar Ártico.


En esta época se observan por aquí ejemplares solitarios o pequeños grupos, como uno de 7 que registré el sábado 25 de mayo en la zona de Luanco, y al que corresponden las fotos de esta entrada. Es frecuente observarlas alimentándose activamente, para lo cual prefieren las flores de corola larga, sobre todo las de viborera Echium vulgare o milamores Centranthus ruber. Se trata de plantas frecuentes en taludes y márgenes de caminos, y si las conservamos estamos ayudando a estos pequeños insectos a repostar en sus increíbles viajes de cientos o miles de km.




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