sábado, 9 de mayo de 2020

Verderón común, su propia pandemia


El verderón común Carduelis chloris es un ave familiar para la mayor parte de nosotros. Se trata de un fringílido que se adapta muy bien a la presencia humana, y en Asturias sus mayores densidades se dan en hábitats suburbanos (parques, jardines, etc.) , con preferencia por debajo de los 600 m. de altitud.


El verderón es un ave social durante todo el año. Nidifica en pequeñas colonias, con un reducido número de parejas, y el resto del año también se mueve en pequeños grupos, asociado a veces a otros fringílidos. Alrededor de la ciudad de Avilés existen pequeños núcleos de cría de verderón, siempre en zonas donde coexisten áreas abiertas con un cierto número de árboles donde puedan construir sus nidos. Por ejemplo tengo una localizada en un solar que aparentemente presenta escasas condiciones para la vida silvestre.




En el concejo de Gozón hay varios sitios localizados de reproducción, siempre en lugares abiertos con algo de arbolado. Hay que decir que estas pequeñas "colonias" por lo general no presentan más de 4 o 5 parejas a lo sumo. Este de la foto está cogido en Manzaneda.


También encontramos aves fuera de la época de reproducción, por ejemplo en Avilés en los parques urbanos que tengan suficientes bayas y semillas para que se puedan alimentar. En estos parques aparece en ocasiones formando bandos con los pinzones comunes invernantes.



Por su parte en Gozón las aves prefieren en esta época las zonas de campiña con labrantíos y prados en barbecho en los que tengan semillas para alimentarse. Las mejores zonas son las más cercanas a la costa, como Cabo Peñas, Verdicio o Nieva. Aquí los verderones se encuentran en pequeños grupos que no suelen superar la docena de ejemplares.


Es muy posible que las aves que observamos en unos y otros lugares sean en buena parte las mismas, y que muchos verderones apenas se muevan en su vida de un pequeño entorno de unos cuantos km2. El verderón es un ave muy sedentaria, así estudios hechos en Gran Bretaña sólo un 30% de las aves se desplaza más de 20 km desde su área de cría, tan sólo un 10% en el SO del país, la zona con clima más suave en invierno.


Este aparente sedentarismo podría estar salvando a nuestros verderones de la grave pandemia que está sufriendo la especie desde hace varios años, la trichomanosis causada por el protozoo Trichomanes gallinae. Esta enfermedad se detectó por primera vez en Gran Bretaña en el año 2005, con la primera racha epidémica en 2006. En los primeros cinco años se detectó en esta isla una reducción del 35% de las poblaciones, a un ritmo del 7% anual.

En seguida la enfermedad saltó a otros países europeos, trasladada por verderones migrantes. Así, en Finlandia, el primer caso se produjo en 2008, provocando durante los cinco años siguientes un declive del 47% en las poblaciones nidificantes y un 67% en las invernantes. En Holanda, a pesar de detectar los primeros casos en 2009, no se ha constado un descenso en la población, aunque sí pequeños focos de afección.



La enfermedad aún sigue afectando a los verderones. De este modo, en el norte de Francia se registró un brote grave en el invierno de 2017, con un buen número de aves afectadas. De la Península Ibérica no he encontrado ningún dato que señale a la propagación de la enfermedad, aunque aquí no suelen hacerse muchos estudios de tipo poblacional.

Por los estudios hechos hasta ahora en Europa se sabe que la enfermedad se originó en las palomas domésticas, saltando luego a los fringílidos para afectar al final únicamente al verderón. El principal factor de transmisión ha estado en los comederos domésticos, a los que son muy aficionados en el norte y oeste de Europa. Por ello se recomienda tener unas correctas pautas de higiene en los comederos, para evitar el contagio de estas y otras enfermedades.

Para saber más:


I.G. Main (1996) Seasonal movements of British Greenfinches Carduelis chloris , Bird Study, 43:2, 240-252,

Jean-Marc Chavatte, Philippe Giraud, Delphine Esperet, Grégory Place, François Cavalier and Irène Landau (2019): An outbreak of trichomonosis in European greenfinches Chloris chloris and European goldfinches Carduelis carduelis wintering in Northern France Parasite10.1051/parasite/201902226(21).

Jolianne M. Rijks, Andrea A. G. Laumen, Roy Slaterus, Julia Stahl, Andrea Gröne and Marja L. Kik  (2019): Trichomonosis in Greenfinches (Chloris chloris) in the Netherlands 2009–2017: A Concealed ThreatFrontiers in Veterinary Science10.3389/fvets.2019.004256

Lawson B, Robinson RA, Colvile KM, Peck KM, Chantrey J, Pennycott TW. (2012): The emergence and spread of finch trichomonosis in the British Isles. Philosophical Transactions of the Royal Society B, 367, 2852–2863.


Lehikoinen A, Lehikoinen E, Valkama J, Väisänen RA, Isomursu M. (2013): Impacts of trichomonosis epidemics on Greenfinch Chloris chloris and Chaffinch Fringilla coelebs populations in Finland. Ibis, 155, 357–366.

9 comentarios:

  1. En la zona donde estaban las vías que morían en la antigua estación de FEVE y RENFE estoy viendo y oyendo estos días del confinamiento por la COVID-19 muchos verderones comunes. Ahora sé que son sedentarios y no se mueven gran cosa del sitio. Muy guapa entrada.

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    1. Sí, parece que se mueven muy poco. Un saludo Nacho, y muchas gracias

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    1. Muchas gracias a ti por el comentario Miguel Ángel. Un saludo

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  3. Gracias por el artículo y la información, no tenía ni idea.

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  4. Vivo en un suburbio de Sevilla capital. Pongo pipas negras en suelo enlosado de mi patio y el Verderón común (por cierto que en las listas de eBird España lo dan como Chloris chloris ¿son especies distintas?) es una de las especies que acuden todos los días a comerlas--de 15 a 25 individuos por visita. ¿Ha llegadao la enfermedad a estos lares?


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    1. El caso del verderón es llamativo en la taxonomía, como ha saltado de un género a otro. Sí ahora figura como Chloris chloris, tienes razón. De momento parece ser que aquí no ha afectado esta enfermedad, gracias a que no recibimos casi ejemplares de los sitios más problemáticos. Al menos no he encontrado información que hable de ningún brote.

      Los que me señalas son un montón de ejemplares la verdad, aunque en invierno forman grupos algo más numerosos que en época reproductora. Gracias por ayudar a las aves y por tu comentario. Un saludo

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  5. Bandos de 25 , en verdad, eran infrecuentes y en tiempos de menos calor y no época de reproducción. Esta mañana acudieron 10. Con los gorriones (Passer domesticus) me tienen cogido "la hora" (por luminosidad) y se posan prestos en las ramas de un Tipuana Tipu que crece justo a otro lado de la calle a formar una sonora algarabía hasta que me ven soltar la manduca. Desde hará como una semana, en los bandos que acuden a comer, han aparecido varios juveniles con pechos marcadamente moteados. Parecen muy emancipados porque comen totalmente por su cuenta sin dar la lata a sus mayores.

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