Muchas de estas especies inician su viaje ya a finales de julio o primeros de Agosto, como por ejemplo el caso que ya he comentado de las golondrinas, aunque es ahora cuando comienza a generalizarse. Varias especies que crían en el oeste de Europa tienen en la campiña cantábrica una parada obligada para detenerse, comer bien y ganar peso y reservas antes de emprender su larga travesía. Las rasas costeras del concejo de Gozón suponen un lugar privilegiado para observarlas con atención. Es el caso del papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, que podemos observar en esta foto que me envía mi compañero Jorge Valella.
Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
Los papamoscas cerrojillos son muy escasos criando en Asturias, un puñado de parejas en algunos bosques bien conservados. Sin embargo, son bastante numerosos en el oeste de Europa, y en su migración siguen el patrón típico que he comentado antes. Muchas de las aves que observamos ahora son jóvenes, y presentan un comportamiento territorial, se establecen en un área que defienden de otros congéneres y en la cual se alimentan de insectos muy activamente.
Además de los cerrojillos, me comenta Jorge que ya pueden verse otros migrantes transaharianos como la curruca zarcera, el mosquitero musical o el papamoscas gris. Sus máximos de migración se dan en septiembre.
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