miércoles, 31 de octubre de 2018

Vanessa cardui, ciclo anual

Este año he comenzado a realizar seguimientos de algunas de las especies de mariposas de mi entorno, con el fin de saber algo más de su fenología y la evolución de sus poblaciones. Una de las especies más atractivas sobre la que realizar este seguimiento es sin duda la cardera Vanessa cardui, por su belleza, su aspecto inconfundible y su carácter migrador.


Lo que he hecho con esta especie es anotar todas las observaciones de la misma y a continuación registrarlas en la plataforma virtual de biodiversidad observado.es. Hacer esto te permite, por un lado, contribuir con tus datos al mejor conocimiento de cada especie, pero por otro te facilita un mejor manejo de los registros. Entre las diversas facilidades que se pueden obtener al manejar la plataforma está un gráfico de la evolución mensual, tal como éste.

Este año he podido obtener 16 registros de la especie, no demasiados, y aunque he visitado varios concejos de la zona centro todas las observaciones son del concejo de Gozón. El primer registro fue bastante tardío, el 19/05 en el Cabo Peñas (otros años se puede ver ya en abril) y la mayor parte de las llegadas se produjo ya en junio, como esta mariposa de la zona de Iboya. Estas llegadas primaverales se producen en su mayor parte desde el norte de África.


En julio se aprecia un claro descenso en los registros de cardera, que es la consecuencia de que los ejemplares que han llegado van muriendo, y aún no emergen los de la nueva generación, descendiente de los anteriores. Los primeros ejemplares nuevos no los registré hasta pasada la primera semana de agosto, por lo que es posible que su desarrollo se alargue entre 6 y 8 semanas. Son mariposas que destacan inmediatamente por sus tonos frescos y sus colores vivos, como ésta de la zona de Moniello.



Tras emerger las mariposas se mantienen durante un tiempo más o menos erráticas, aunque siempre en la proximidad de fuentes de alimentación. Su periodo de estancia aquí este año se ha prolongado por espacio de un mes, ya que el último ejemplar residente lo pude datar el día 11/09, y en él se aprecia ya un ligero desgaste.



A partir de aquí, las mariposas parten en un viaje que les llevará al África subsahariana, a unos 4.000 km al sur, para engendrar la siguiente generación. Pero más distancia aún recorren las carderas que pasan en migración desde el norte de Europa, de las que se puede avistar alguna por aquí, como ésta que registre el día 26/09 en Nieva, mi última observación del año, alimentándose en una mata de menta.


En definitiva, un patrón fenológico que coincide con el registrado en la mayor parte de Europa, con la llegada de migrantes en mayo-junio para reproducirse, nacimiento de las mariposas de nueva generación en agosto y partida al sur en septiembre.

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