Los días tranquilos y soleados de finales de noviembre, como ayer y hoy, cuando ya prácticamente se ha terminado la migración otoñal, no son apropiados para observar nuevas llegadas de aves; así que ayer a la tarde me di una vuelta por Bañugues y Luanco para detectar viejos conocidos que ya llevan un tiempo entre nosotros.
Y no hay mayor conocido que mi amigo "Guernsey", el macho adulto de gaviota sombría Larus fuscus anillado en esta isla del Canal de la Mancha, que ya lleva en la zona de Bañugues al menos desde septiembre. Ayer volví a verlo tras varios días sin detectarlo, y le pude hacer esta bonita foto cuando arrancaba a volar.
También conocidos en la playa de Bañugues, aunque llegados hace unos pocos días, son sendos ejemplares de correlimos zarapitín Calidris ferruginea y correlimos común Calidris alpina, a los que pude hacer también algunas fotos comiendo juntos; se observan bien las diferencias entre ellos.
Los otros limícolas eran los que llevan también un tiempo en la ensenada: 5 andarríos chicos, 16 chorlitejos grandes y 17 vuelvepiedras. De estos últimos les hice unas fotos a un grupillo que andaba alimentándose en un lugar habitual: el ocle seco que está a la cabecera de la playa.
En Luanco también hay algunos viejos inquilinos. Por ejemplo, un ejemplar de andarríos chico Actitis hypoleucos que suele verse en los prados que hay entre la playa y el nuevo puerto del Gayo, se deja ver muy bien y parece estar especializado en la caza de lombrices.
Y otro inquilino destacado no es otro que un martín pescador Alcedo atthis, que ha elegido como zona de invernada el nuevo puerto de Luanco. Se le observa muchas peces posado en los espigones y diques que rodean las aguas del puerto, ya que para él es fácil pescar en la zona que normalmente está muy tranquila.
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