Vuelvepiedras Arenaria interpres
Los vuelvepiedras Arenaria interpres resultan ser aves sorprendentes. En algunos lugares son bastante esquivos y se mantienen siempre fuera de nuestro alcance; en otros se acostumbran tanto a la presencia humana que prácticamente se vuelven domésticos. Pero nada parecido a lo de este ejemplar que está invernando en el puerto de Luanco.
Este pajarín se muestra tan confiado que camina a su aire por el espigón, indiferente a la presencia de los pescadores, se acerca a donde éstos se encuentran y les roba el cebo, en este caso unas cuantas gambas. También asombra la técnica que demuestra para comérselas, las coge con su afilado pico y moviéndolas de un lado a otro va rompiéndolas en pequeños trozos que es capaz de tragar. Se me ocurre que, dado las fechas en las que estamos, esté celebrando su cena de Navidad.
Le falta la vinagreta.
ResponderEliminarLos vuelvepiedras son los limícolas más sibaritas. En Gijón comen pipas, gusanitos, chorizo, por supuesto pan, y en zona de pescadores calamares, bonito y sardinas de lata (en aceite), la xorra coreana de los cebos y tortilla de patata (según mi padre).
Son tremendos.
Un menú variado...se puede decir que casi son omnívoros. Algunas aves saben sacar partido de los humanos.
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