El ostrero euroasiático Haematopus ostralegus se ha vuelto en estos últimos años un migrador ciertamente escaso por el litoral gozoniego. Aparecen por lo general ejemplares solitarios en los meses de octubre o noviembre, algo más tarde de lo que era habitual. Ayer día 30 me encontré con uno en la playa de Bañugues, algo que siempre me alegra, aunque sea lejano y bajo una persistente niebla.
En la playa había otros migrantes, como un bando de 23 chorlitos dorados Pluvialis apricaria. Como comenté hace unos días pequeños grupitos de esta especie se dejan ver por la rasa costera entre los meses de octubre y noviembre.
Para estas pequeñas aves es una bendición que las mareas hayan dejado una pequeñas franja de piedras donde pueden reposar relativamente aislados de la marea de gente y perros que cada día asalta la playa.
También en Bañugues permanece un pequeño grupo de 6 chorlitejos grandes Charadrius hiaticula, tanto adultos...
como jóvenes del año.
Otros años a estas alturas ya estaban establecidos los invernantes de esta especie, a ver que ocurre con estas 6 aves.
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