jueves, 29 de diciembre de 2022

Unos reyezuelos listados por el parque

Entre los mejores lugares para practicar la observación de pájaros, o pajarear como ya admite la RAE,  están los parques urbanos en invierno. Con gran diversidad arbórea, y el arbolado caducifolio ya desprovisto de su manto de hojas, son muy visibles las aves que buscan en este entorno en cierto modo privilegiado refugio y alimento. Y entre estas aves no resulta raro localizar algún que otro ejemplar de reyezuelo listado Regulus ignicapilla, como un grupito de cuatro que pude observar a finales de diciembre y que ilustran esta entrada.


El reyezuelo listado sería el ave más pequeña de Europa, si no fuese por su pariente el reyezuelo sencillo que es un poco menor. Su situación en Asturias es óptima, ya que según el Atlas de Aves Nidificantes de la COA - Indurot es una de las especies más frecuentes, cifrando su población en 140.000-230.000 parejas. Se distribuye por todo el territorio, y habita cualquier zona que tenga un mínimo de arbolado o formaciones arbustivas favorables, incluyendo algunos montes de eucalipto, aunque el óptimo lo alcanza en algunas plantaciones maduras de pino.



Geográficamente, el reyezuelo listado es un pájaro de la Europa Occidental, desde la mitad norte de la Península Ibérica hasta los países bálticos, con pequeñas poblaciones en otras áreas. Curiosamente es escaso en las Islas Británicas, estando totalmente ausente de Irlanda. Y esto es importante porque permite la detección de aves migrantes por las zonas costeras, tanto en primavera como en otoño, e incluso algunos invernantes.


Estas aves en paso que se detectan por las islas británicas proceden de las zonas más al norte de su área de distribución, donde las poblaciones son migradoras. Y algunos de ellos pueden continuar viaje hacia el sur, hacia la Península Ibérica. Así, el aumento de reyezuelos listados que se registran en varias áreas de Asturias puede tener un doble origen, por un lado aves de zonas de montaña que bajan de altitud, y por otro aves procedentes de la Europa del Norte que buscan aquí su refugio de invierno.




viernes, 23 de diciembre de 2022

Fugas de tempero y refugio en Asturias

El pasado día 12 de diciembre me encontré con un bando de unos 170 chorlitos dorados en los labrantíos de cabo Negro, que yo atribuí en un principio a un movimiento migratorio tardío de esta especie, que en mi zona se conoce como tordopollo.. No es frecuente, pero puede darse esta circunstancia.


Sin embargo a los dos días en una zona cercana localicé otro grupo de esta especie, a los que acompañaban cerca de 100 avefrías, o sirigüeyas como las llamamos en mi concejo.


Ya no cabía duda, estábamos ante lo que se conoce como una "fuga de tempero", un movimiento que realizan las aves ante fenómenos climatológicos adversos, que en esta época suelen ser olas de frío en alguna zona de Europa de invernada habitual.

El sábado día 20 pude registrar el máximo para mí de chorlito dorado en los prados de Moniello, con cerca de 320 aves acompañando a gaviotas y estorninos.




Queda por saber el probable origen de las aves que han protagonizado este episodio, y en mi opinión lo más factible es que provengan de las islas británicas, en especial de Irlanda. Varias cosas me inclinan a pensar así, el hecho de que esta isla ha sufrido el temporal más frío en varios años, así como que los máximos de aves se han dado en el occidente de Asturias con mucha diferencia. Además me comenta mi amigo Nacho Vega que ha registrado algunas gaviotas anilladas allí. Y es que otras aves pueden haberse visto desplazadas con el temporal, así yo registré bastantes gaviotas canas el sábado 20 en Moniello.


Lo interesante con respecto a los chorlitos dorados es que Irlanda es lugar de invernada para la subespecie que cría en la zona más occidental, en torno a Islandia y Groenlandia, la ssp. altifrons. Asturias actuaría así como refugio de emergencia para las aves de esta subespecie.


Una vez desplazadas es difícil predecir cuanto tiempo se quedarán aquí estas aves, y si volverán a su sitio de invernada habitual o incluso se desplazarán más al sur. De momento en Cabo Negro seguimos teniendo un bando de cerca de 100 chorlitos dorados diez días después de su llegada.



domingo, 18 de diciembre de 2022

Gaviotas enanas en los prados

Las gaviotas enanas Hydrocoleus minutus son migrantes bastante tardías en Asturias, ya que aunque unos escasos ejemplares se ven un poco antes, la mayor parte se observan en los meses de noviembre y diciembre.



En su migración postnupcial por Asturias la gaviota enana es bastante marítima, viajando normalmente a algunas millas de la costa. Hay temporadas que apenas se observa, pero si en su época migratoria se producen temporales del oeste, estos temporales las empujan al litoral. Algunos ejemplares se pueden adentrar incluso en los estuarios y ensenadas costeras, y así ha sucedido este año. En la bahía de Luanco yo pude registrar dos aves de segundo invierno a fines de noviembre, a las que pertenecen estas fotos.




Esta temporada ha ocurrido algo bastante inusual, y es que algunas gaviotas enanas se han establecido en campos costeros, donde subsisten a base de pequeños invertebrados que picotean en las zonas encharcadas. En Gozón se pueden observar por ejemplo en los labrantíos de Verdicio o de Cabo Negro, donde llevan varios días un ejemplar adulto y otro de primer invierno.



Esto es inusual porque en nuestras latitudes las gaviotas enanas son pelágicas, invernan mar adentro y se alimentan de plancton que picotean en la superficie. Por eso sus observaciones más allá de la época migratoria postnupcial son puramente ocasionales. 




 

sábado, 10 de diciembre de 2022

Escribanos palustres invernantes

Uno de los visitantes que recibimos en época invernal en Asturies es el escribano palustre Emberiza schoeniclus. Para ocupar una zona esta especie de paseriforme requiere dos tipos de hábitat: rastrojeras y labrantíos en los que alimentarse durante el día, y carrizales o cañaverales en los que entrar a dormir al caer la noche. En Gozón estos requerimientos se dan sobre todo en dos zonas: la campiña de Verdicio y la península de Nieva, donde esta maña realicé unas cuantas fotos que ilustran esta entrada.



En Nieva los escribanos palustres se alimentan en las rastrojeras con plantas quenopodiáceas, sobre todo el cenizo Chenopodium album. Este año en especial esta planta ocupa bastante extensión, por lo cual el número de escribanos palustres invernantes parece mayor que otras temporadas, entre 10 y 15 ejemplares, que se entremezclan con los varios centenares de pinzones comunes presentes. El dormidero de estos escribanos se encuentra en los carrizales de las charcas de Xagó.



El escribano palustre formó parte de la avifauna nidificante de Asturies hasta comienzos de este siglo XXI, en que desapareció de sus últimos reductos ubicados en las rías. Por contra, en buena parte de Europa es una especie común, con poblaciones totalmente migradoras como las escandinavas, y otras sólo parcialmente. De acuerdo con los estudios de anillamiento que está llevando a cabo el grupo Torquilla, recibimos invernantes de buena parte del oeste de Europa, más hembras que machos, y muchos individuos son fieles a sus lugares de invernada.