lunes, 29 de agosto de 2022

Buena migración de papamoscas gris

De lo que llevamos hasta ahora de migración postnupcial, lo que más esta llamando mi atención hasta ahora son las buenas cifras de papamoscas gris Muscicapa striata. La pasada semana pude registrar tres buenos datos, con tres ejemplares en una finca en Verdicio, entre cinco y diez en una pomarada a las afueras de Avilés y 7 ejemplares más en otra pomarada de Bocines. A estas dos últimas corresponden las fotos que ilustran esta entrada. 



Los papamoscas grises que pasan por aquí en esta época, como ocurre con muchas otras especies, proceden de la Europa más atlántica, con una notable componente británica. Pues bien, esta especie es una de las que sufrió un declive más acusado en Gran Bretaña a finales del siglo XX, con un descenso poblacional que pudo estar entre el 60% y 80% en muchas zonas. Este hecho hizo que el papamoscas gris entrara en el Libro Rojo con carácter prioritario. En otros países de Europa se registra también un descenso, aunque no tan acusado.



Este declive poblacional provocó que las citas migratorias del paso postnupcial en Asturias se resintieran grandemente. Así, a principios del siglo XXI se hizo raro ver papamoscas grises en migración, y las recopilaciones anuales publicadas en la revista El Draque así lo reflejan. Quizás la abundancia de citas esta temporada puede reflejar una tendencia al alza. Por fuerza éste tiene que haber sido un buen verano para el papamoscas gris, con temperaturas cálidas y probables explosiones de insectos voladores que constituyen su alimento. El tiempo lo dirá.



Un dato común a los tres enclaves referidos al inicio donde registré la especie es que se ubican junto a bosques de ribera, alisedas en las que pude ver otros ejemplares aislados. Es probable que el papamoscas gris utilice los bosques de ribera como pasillos migratorios en mayor medida que otras especies de paseriformes.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Dispersión del alcaudón común

Este verano estamos teniendo un influx sin precedentes de alcaudón común Lanius senator en Asturias. Se han visto ejemplares a lo largo y ancho de toda nuestra geografía, con especial abundancia cerca de la costa. Yo he podido registrar dos en el concejo de Gozón, uno de ellos en Cabo Negro al que corresponden las fotos de esta entrada.


Todos los ejemplares vistos son juveniles del año. Aquí va una pequeña muestra de los puntos donde se ha observado, que corresponden a los registrados en la plataforma ebird entre julio y agosto.


El alcaudón común está extinguido en Asturias como nidificante, aunque siempre fue muy escaso. Su área de distribución es básicamente mediterránea, y los que anidan en Europa y migran a través de la Península Ibérica viajan lejos del territorio asturiano. Por eso su aparición es esporádica, los que se registran después de la reproducción son juveniles en dispersión postreproductora.



Estos juveniles que se ven después de la reproducción se cuentan normalmente con los dedos de una mano, muy lejos de los 20-30 que se han visto este año. Por tanto algo ha tenido que ocurrir que ha obligado a muchos alcaudones a viajar más de lo habitual. En mi opinión han podido ser dos cosas, la intensa sequía que ha afectado a los invertebrados que son su alimento o incluso a la disponibilidad de agua, y la plaga de incendios de este verano que han destrozado buena parte de su hábitat.







domingo, 14 de agosto de 2022

Sírfidos de verano

En Asturias los sírfidos vuelan prácticamente todo el año, pero hay dos épocas óptimas, la primera de ellas en primavera y la segunda en verano, con máximos en agosto. Este segundo pico anual coincide con la floración de ciertas especies, como la zanahoria Daucus carota, el hinojo o las mentas. Los pasados días 07 y 08 de agosto visité dos de mis zonas de prospección en Gozón, detectando en total 18 especies. Esta es una muestra.

En esta época la especie más llamativa es sin duda el mayor de todos nuestros sírfidos, la gran mosca Milesia crabroniformis. Llama mucho la atención, tanto los machos como las hembras.



Otra especie llamativa que se puede ver en esta época es Myathropa florea, aunque en ésta el periodo de vuelo se extiende casi la mitad del año. Machos y hembras difieren en colorido.



En este máximo de verano se pueden ver también las tres especies del género Eristalinus presentes en Asturias, caracterizado por tener los ojos facetados. Por un lado, Eristalinus taeniops, el cual es  fundamentalmente mediterráneo pero cada vez está más extendido aquí.


Por otro lado, Eristalinus aeneus, una de las especies que se pueden ver todo el año.


Y por último Eristalinus sepulchralis, parecida a la anterior pero más pequeña y oscura. Los machos de esta especie son de los pocos que presentan los ojos separados.


El género Eristalis también presenta varias especies en esta época. Entre ellas una de las más numerosas es Eristalis tenax, en este macho se pueden ver dos de sus rasgos significativos, una franja de pelos en los ojos y la tibia de la pata trasera engrosada.


Llama la atención de que una de las especies más numerosas en otras épocas, en especial en primavera, como es Episyrphus balteatus, en verano es muy escasa y aislada.


Otra especie llamativa y que se puede ver todo el año, aunque de forma generalmente escasa, es este Chrysotoxum intermedium, que parece la más frecuente de este género en Asturias.


Los sírfidos son muy variables en tamaño y aspecto. Para comprobarlo podemos comparar dos ejemplos extremos, el de la citada Milesia crabroniformis y uno de los más pequeños, y además bastante oscuro, una Pipizella viduata/virens.


Y es que no todos los sírfidos son coloridos, muchas especies son oscuras y su identificación no es sencilla. Uno de los característicos es Cheilosia impressa, con un tinte anaranjado en las alas.


Termino con las dos especies más numerosas en esta época, y además con diferencia; la primera de ellas es Eristalis arbustorum, que presenta un notable dimorfismo sexual.


La segunda es el pequeño Syritta pipiens, muy típico por las grandes tibias traseras.




lunes, 8 de agosto de 2022

El increíble periplo del cuco

Las migraciones de las aves son innatas, están grabadas en su código genético, y una de las mejores pruebas de ello es el cuco común, nuestro cuquiello Cuculus canorus. Como ya sabemos, los cucos son parásitos y depositan los huevos en los nidos de pequeños paseriformes, que se encargan de criarlos. Así, los juveniles nunca tienen contacto con sus progenitores biológicos, y deben arreglárselas para migrar sin ayuda. Durante esta migración los cucos juveniles son muy visibles, y hoy pude localizar dos, sobre unos prados en la zona de Cardo.



Los cucos han de salvar grandes distancias en sus migraciones. Sus áreas de cría se encuentran en todo el Paleártico, mientras que las zonas de invernada están en África por debajo del Sahel. Se han realizado estudios recientes sobre la migración de cucos tanto adultos como juveniles, que aunque desarrollados en el norte de Europa nos pueden dar algunas pistas.



Las primeras conclusiones interesantes del estudio es el arranque muy diferente de los tiempos de migración. Así, los adultos inician los movimientos ya a principios de julio, y además no presentan movimientos dispersivos, de manera que inician la migración directamente. Por contra, los juveniles arrancan sus movimientos dispersivos a finales de julio, y la migración propiamente dicha a mediados de agosto, con más de un mes de retraso.


Por lo tanto, los juveniles del año presentan movimientos de dispersión al principio de sus desplazamientos, y además el inicio de la migración es errático, con una dirección contraria a la de los adultos. Estas dispersiones pueden tener varios objetivos, bien explorar posibles sitios de reproducción futuros, entrenar el sentido de su orientación, o buscar futuros sitios de parada. 


Sin embargo, una vez superado este primer periodo, la migración de los cucos jóvenes a sus lugares de invernada se torna ya directa, como la de los adultos. Y además es mucho más rápida que la de éstos, de forma que la diferencia inicial de tiempos superior a un mes en el arranque del viaje se convierte en apenas 15 días en la llegada al sitio final donde pasarán el invierno. Esto es lo que demuestra de manera más contundente que hay un determinante componente genético que orienta a las aves en estos viajes.

El cuco común es un reproductor muy escaso en el concejo de Gozón, quizá al borde de la desaparición. Yo al menos hace mucho que no oigo su inconfundible reclamo. Sin embargo esta temporada pude detectar un juvenil muy temprano, el 14/07, el cual si no proviene del concejo lo hace de una zona muy cercana.


Para saber más:

Vega ML, Willemoes M, Thomson RL, Tolvanen J, Rutila J, Samasˇ P, et al. (2016) FirstTime Migration in Juvenile Common Cuckoos Documented by Satellite Tracking. PLoS ONE 11 (12): e0168940. doi:10.1371/journal. pone.0168940