lunes, 26 de septiembre de 2016

Una libélula migradora

Este pasado sábado me encontré en Moniello con un bonito ejemplar macho de Crocothemis erythraea, una libélula facilmente reconocible por su abdomen aplanado y un intenso color rojo en todas las partes del cuerpo, patas incluidas. Lejos de cualquier masa de agua, y en la misma línea de costa, tenía toda la pinta de haber llegado hasta allí en migración activa.


Esta libélula está siendo ámplimente estudiada hoy en día porque parece ser un buen indicador de los procesos de cambio climático. Originalmente distribuida alrededor del Mediterráneo y muy escasa en otras zonas, su expansión hacia el norte en buena parte de Europa a lo largo de los siglos XX y XXI está bien documentada. Esta expansión parece estar en consonancia con el aumento de la media de las temperaturas estivales lo cual hace que las masas de agua estancadas, donde vive con preferencia, sean cada vez más cálidas.


En Asturias esta libélula es aún escasa y limitada a las zonas costeras más cálidas. En Gozón la he observado en dos puntos de manera aislada: la charca de Condres y el pantano de La Granda. En Inglaterra apareció por vez primera en los años 90 del pasado siglo, y su presencia parece estar muy condicionada aún por ejemplares migradores que llegan desde el sur. Su periodo de vuelo allí discurre entre mayo y septiembre, es probable que llegado este mes las libélulas vuelvan al sur, el cual sería el caso del macho que pude detectar este pasado sábado.


sábado, 24 de septiembre de 2016

Cormorán moñudo adulto

La época reproductora del cormorán moñudo Phalacrocorax aristotelis es bastante larga y puede tener a los adultos ocupados más de la mitad del año. Muchos de ellos comienzan ya a rondar por las proximidades del nido a principios del invierno, mientras que no es hasta principios del verano cuando los pollos se hacen independientes. En ese momento los cormoranes se dispersan a lo largo de la costa, aunque los adultos no suelen alejarse más que unos pocos km de las colonias de cría. Hoy un adulto de cormorán moñudo reposaba en una peña muy cerca del espigón del nuevo puerto de Luanco.


Probablemente este cormorán pertenece a la pequeña colonia asentada en Cabo Peñas. Su plumaje aún no presenta la brillantez de su ropaje nupcial, que adquiere hacia el mes de diciembre. El moño que le da nombre presenta una vida muy corta, ya que suele desaparecer tras la puesta, aunque tanto su tamaño como su duración presenta variaciones individuales.


Durante los meses de otoño este cormorán permanecerá por la zona, siempre por la mar. Los cormoranes moñudos adultos, a diferencia de los jóvenes, no suelen penetrar en los estuarios, no siquiera en condiciones de mal tiempo.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Espátulas y garcetas

La población de espátula euroasiática Platalea leucorodia ha aumentado en los últimos años, y por eso resulta cada vez más habitual observarla en Asturias, en especial durante la migración postnupcial. A pesar de eso siempre presta cuando te encuentras con ella, como este bando de 4 aves que pude localizar ayer en la ensenada de Llodero, en marea baja.


A ellas se unió posteriormente un pequeño grupo de garcetas Egretta garzetta, de las que algunas puede que estén ya invernando en la localidad. Todas ellas formaban un precioso conjunto de aves de un blanco inmaculado.


He observado varias veces que las garcetas tienden a unirse a las espátulas, es probable que se aprovechen de su forma de alimentarse, removiendo el fondo continuadamente con su largo y ancho pico. Las garcetas capturan a sus presas por observación directa y a la carrera, como puede verse en este vídeo.


La expansión de las poblaciones de espátulas en la Europa Atlántica ha hecho que ahora puedan verse aves de diversos orígenes. Hasta hace poco prácticamente todas eran holandesas (país que sigue acogiendo la mayor parte de las zonas de cría) y ayer por ejemplo había un joven del año anillado en Alemania, cuyo origen ya me han confirmado aunque no su historial.









sábado, 17 de septiembre de 2016

Torcecuello y acompañantes

Está siendo una temporada bastante pródiga para mí en lo que respecta al torcecuello euroasiático Jynx torquilla. En migración postnupcial suelo verlo de manera aislada cada año, e incluso algunos no logro localizarlo, sin embargo esta temporada ya llevo 4 aves observadas por el litoral del concejo. Las dos primeras se me escaparon, pero a las dos que vi hoy en Moniello conseguí hacerles alguna fotografía.


El torcecuello es una de las especies más extrañas de nuestra avifauna. Aunque no lo parezca, pertenece a la familia de los pícidos, los pájaros carpinteros. Sin embargo, ha perdido muchas de las características de éstos, como por ejemplo el llamativo plumaje. Como se ve el torcecuello presenta unos tonos muy crípticos y miméticos. El ejemplar de las fotografías parece un juvenil, por el ojo completamente oscuro.


Además, no perfora la madera para construir sus nidos, y aprovecha agujeros ya hechos, en muchas ocasiones cajas nido. Otra diferencia que presenta con otros parientes es que mientras casi todos los pájaros carpinteros son sedentarios, como mucho dispersivos, el torcecuello es un ave migradora. La mayor parte de las poblaciones europeas se desplazan hasta África a invernar, aunque un pequeño porcentaje se queda en la Península Ibérica.


El torcecuello es un especialista, y se alimenta casi en exclusiva de hormigas, que captura con su larga lengua. Los ejemplares de hoy frecuentaban sobre todo los caminos y zonas despejas, que recorrían una y otra vez buscando formícidos, como puede verse en este vídeo.


Además de los torcecuellos se siguen observando otras especies en migración, como tarabillas norteñas y collalbas grises.





viernes, 16 de septiembre de 2016

Lo que trajo Stephanie

No todo el mundo sabe que a las borrascas que cruzan nuestras latitudes, igual que a los huracanes que se producen en el Caribe y Norteamérica (o más propiamente ciclones tropicales), se les pone nombre. Hace unos días las previsiones meteorológicas preveían el paso de la borrasca Stephanie por el Cantábrico en dirección al continente europeo.


De forma un poco inesperada la borrasca Stephanie sufrió una repentina evolución, desarrollando un proceso de ciclogénesis. El resultado, aunque no todo el mundo está de acuerdo, fue un ciclón muy parecido a los ciclones tropicales, con un ojo definido, pasando muy cerca de las costas cantábricas.



Una de las principales características de los ciclones es que los vientos más fuertes se dan cerca del centro, y por eso al pasar tan cerca de nosotros los vientos fueron muy intensos en la costa, alrededor de los 90 km/h en la costa asturiana. Especialmente notables fueron las precipitaciones, y en Avilés por ejemplo cayeron hasta 70 l/m2 en una hora, un registro especialmente notable.


El paso del ya ciclón Stephanie por el centro del Golfo de Vizcaya afectó sobremanera a muchas aves que en ese momento se encontraban en plena migración. Muchas de ellas, en especial limícolas y charranes, buscaron refugio en puntos abrigados de la costa, donde aguardaron a que las condiciones mejorasen. Por ejemplo un grupo de más de 80 correlimos tridáctilos que pude detectar en la playa de Xagó al atardecer, que recorrian la zona alta de la marea buscando los pequeños invertebrados depositados por las olas.




O un bando de cerca de 40 charranes patinegros sobrevolando la zona del faro de San Juan de Nieva.



Hoy, estos pájaros ya no estaban, habían continuado con su impulso migrador. Pero lo que se demuestra una vez más es la importancia de nuestras playas y ensenadas para servir de abrigo a las aves cuando se dan estas circunstancias extremas.


martes, 13 de septiembre de 2016

Unas avocetas

Uno de estos días del pasado puente que me encontraba disfrutando del bando de limícolas en la playa de Bañugues se acercó a la ensenada un grupo de tres avocetas Recurvirostra avosetta, aunque no llegaron a sedimentar. Tras dar unas cuantas vueltas por la ensenada continuaron su viaje migratorio.


Las avocetas son escasas en Asturias en ambos pasos migratorios. En el postnupcial, aunque con las condiciones climatológicas adecuadas se puede ver algún bando en migración activa, es raro que se acerquen a la costa. Constituyen sin duda ninguna un feliz hallazgo, ya que es una de las aves más vistosas que podemos observar en nuestras latitudes.


Las avocetas que pasan por aquí en migración corresponde a las poblaciones nidificantes en las costas del oeste de Europa, en especial en el Mar de Wadden, y se dirigen a invernar en humedales de la Península Ibérica, así como del N y O de África.


domingo, 11 de septiembre de 2016

El viajero americano

Esta mañana, siguiendo las indicaciones de mi compañero Manuel Quintana que lo había localizado, pude observar en la playa de Bañugues un ejemplar juvenil de correlimos pectoral Calidris melanotos.


Se trata de un limícola americano de aparición regular en las costas europeas, cada otoño se detectan unos cuantos en número variable. La playa de Bañugues es un buen lugar para observarlo ya que suele llegar alguno cada ciertos años.


El correlimos pectoral cría en la costa ártica de Norteamérica, aunque se ha expandido hacia Siberia, e inverna en Sudamérica. Estos ejemplares juveniles divagantes se desvían de su ruta habitual de migración, y el resultado es un viaje de más de 5.000 km, de los que 4.000 los ocupan sobrevolando el Océano Atlántico, ayudados normalmente por los vientos del oeste. Asombra de verdad pensar en tan enormes distancias con estas aves tan frágiles.


Es normal que los que logran llegar y no perecen en el trayecto lo hagan muy cansados y famélicos, con las reservas agotadas. El ejemplar de hoy se encontraba en un lugar de la playa muy frecuentado por la gente, que pasaba a su lado continuamente, pero no se movía del sitio, una señal de su estado físico.


Junto a él se encontraba un juvenil de correlimos gordo Calidris canutus que tenía exactamente el mismo comportamiento, tal vez el pectoral no hubiera hecho sólo su largo viaje...


Felicitar a Quintana una vez más por su hallazgo y agradecerle que me haya hecho posible contemplar esta bonita especie que hacía bastante tiempo que no tenía ocasión de ver.


viernes, 9 de septiembre de 2016

Una mañana con los zarapitines

Tres correlimos zarapitines jóvenes Calidris ferruginea están reposando y alimentándose en la playa de Bañugues. Los pude observar tanto en la mañana de ayer, en la que estuve un buen rato observándolos y sacándoles fotografías, como hoy. Estas estancias prolongadas son normales en migración postnupcial, en la cual las aves jóvenes suelen permanecer varias jornadas sedimentados en un mismo emplazamiento si nada los perturba.


Los correlimos zarapitines son especialmente elegantes, esbeltos y muy bonitos, con patas largas y picos también largos y notablemente curvados, lo cual explica su nombre ya que recuerdan a los de los zarapitos. Son siempre muy llamativos.


Los zarapitines se reproducen en la parte más oriental de Siberia. Las aves que invernan en África siguen tres rutas migratorias: a través del oeste de Europa (que son los que vemos aquí), a través del Mar Negro, entrando en  África por Túnez, o bien bordeando el Mar Caspio y bajando por el Rift Valley. En primavera las aves que siguen la primera vía son muy pocas.


Los zarapitines que vemos en el otoño varían mucho de unos años a otros, y eso tiene que ver con su éxito reproductor. Parece ser que este factor se relaciona con los ciclos que sufren los lemmings, unos pequeños roedores siberianos: los años malos de éstos hacen que los predadores de la tundra busquen otras presas, y por ello la tasa de supervivencia de los zarapitines es menor.


La forma de alimentarse de los zarapitines es aprovechando su largo y curvado pico, con el cual excavan fuertemente en el sustrato en busca de invertebrados, como puede apreciarse en este vídeo.


jueves, 8 de septiembre de 2016

Cazando moscas (1)

Aparte de las mariposas y los odonatos, un grupo de insectos que me atrae especialmente es el de los sírfidos, un tipo de dípteros (moscas) similares en muchos casos (aunque no siempre) a himenópteros: abejas, avispas y abejorros, y tan buenos polinizadores como ellos. Llamadas también moscas cernícalo por sus especiales habilidades aéreas, los ingleses las conocen como hoverflies, que tiene un significado muy parecido.

Para localizarlas lo mejor es apostarnos cerca de las plantas que las atraen, en especial las umbelíferas (sobre todo el hinojo) y las mentas, siempre cerca de alguna zona húmeda. El periodo comprendido entre la segunda mitad de agosto y la primera de septiembre es la época del año en que encontramos más especies, así que voy a dedicar un par de entradas a alguna de las más interesantes. Casi todas ellas están fotografiadas en Gozón.

Una especie que he podido localizar en varios sitios y que creo que está en expansión es la preciosa mosca de ojos atigrados Eristalinus taeniops. Mi primer ejemplar gozoniego es esta hembra vista en el entorno del embalse de La Granda



El macho es muy similar, aunque con los ojos más grandes y juntos (dicópticos), como éste visto en Cudillero:


Del mismo género y también con los ojos muy llamativos, punteados, es Eristalinus aeneus, más frecuente y que puede verse todo el año.


Sin duda el sírfido más llamativo en esta época es el mayor de todos, Milesia crabroniformis, que es bastante frecuente en el concejo de Gozón. Es similar al avispón Vespa crabro y de ahí su nombre


Podemos hacernos una idea de su tamaño cuando la vemos metida en una flor de Calystegia


Entre los sírfidos grandes están también los del género Volucella, similares a abejorros. Con varias especies en el concejo la más frecuente es Volucella zonaria


Y también de los grandes uno de los sírfidos más bonitos y de los que más puede recordar a una abeja es Myathropa florea, de los que pongo un macho y una hembra. Esta especie se encuentra casi siempre sobre hinojos.



Para la próxima queda una selección de la gran variedad de sírfidos pequeños que podemos ver en el concejo.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Preparadas para irse

La lavandera boyera de la subespecie ibérica Motacilla flava iberiae es frecuente criando en los campos de Gozón. Una vez terminada la reproducción y cuando los pollos ya son independientes esta especie permanece durante un tiempo junto a nosotros realizando su muda postnupcial, que es completa en el caso de los adultos (mudan todas sus plumas) y parcial en el caso de los juveniles, que mudan las plumas del cuerpo y algunas coberteras.


Para la última semana de agosto la mayor parte de los ejemplares ya han terminado de mudar y comienzan a acumular grasa con el fin de preparar su largo viaje migratorio a tierras africanas. Los machos son distintivos, presentando los rasgos de nuestra subespecie ibérica, en especial la cabeza azulada y la garganta blanca.


Algunos ejemplares están anillados ya que en la zona de Verdicio donde están tomadas estas fotos se anilla con cierta intensidad.


Los juveniles ya presentan el aspecto de primer invierno, se hace algo complicado distinguirlos de las hembras, que presentan los rasgos más marcados: la cabeza contrastando con el resto del cuerpo, la ceja más notoria y el plumaje de las partes inferiores más limpio.



Estas fotos fueron tomadas el pasado día 4 de septiembre en los prados de Verdicio, donde aún quedaban unas cuantas lavanderas, en sus últimas jornadas por la zona este año. A mediados de septiembre se verán lavanderas en migración procedentes de otras zonas de Europa y diferentes de las nuestras, ya que pertenecen a otras subespecies.