viernes, 29 de enero de 2021

Buscando en el suelo

Ahora que es tiempo de encierros y de movilidad limitada, una excelente alternativa para seguir disfrutando de la naturaleza y de nuestro tiempo al aire libre es acudir a los parques urbanos. En época invernal están poblados de paseriformes que acuden atraídos por la disponibilidad de alimento. En los árboles y arbustos, con la caída de la hoja, este alimento escasea, y algunas especies que suelen moverse por ramas y tronco se ven obligadas a descender al suelo. Por ejemplo el inquieto reyezuelo listado, que no suele alejarse del pie del árbol, adonde acude a la menor señal de alarma.


También los carboneros comunes descienden en época invernal al suelo, donde rebuscan inquietos a la caza de pequeños invertebrados. Lo hacen incluso en parejas, que permanecen unidas




Junto a ellas encontramos otros paseriformes que sí son habituales en la búsqueda de alimento en el suelo, como los zorzales comunes, que atrapan sin cesar lombrices de tierra.





Sus parientes los mirlos también son aficionados a las lombrices, que localizan por el oído inclinando la cabeza, al igual que los zorzales.


Similares a los mirlos son los estorninos negros, que se mueven siempre en grupo.


La grácil lavandera cascadeña es un pájaro muy territorial y que se presenta siempre de forma individual, podremos contar con alguna en un parque siempre que tengamos una pequeña corriente de agua o zona encharcada. Muchas veces son jóvenes del último año.



El jilguero es quizá nuestro paseriforme más versátil y de amplio espectro. En esta época podremos localizar algún pequeño grupo alimentándose de las primeras margaritas, que les encantan.



También se puede hallar algún pequeño grupo de pinzón vulgar, un fringílido como el jilguero, que suele rebuscar en el terreno a la busca de las bayas y semillas caídas de árboles y arbustos.


Todos estos registros corresponden a los parques urbanos de Avilés a lo largo del mes de enero.




domingo, 24 de enero de 2021

Buscando bayas

Los parques y jardines urbanos acogen en invierno a un buen conjunto de pájaros, que acuden a estos lugares atraídos por diferentes factores ecológicos. Uno de ellos es la disponibilidad de comida, que para varias especies se presenta en forma de bayas, alimento especialmente nutritivo y energético. Este mes de enero he podido recrearme con alguna de ellas en los parques de Avilés.

Así, los bonitos camachuelos comunes se pirran por los frutos del aligustre japonés Ligustrum lucidum, que les sirve de sustento en tanto y cuanto no asoman los brotes de árboles y arbustos.



Por su parte, los zorzales alirrojos encuentran una buena provisión en los pies de planta de los Cotoneaster, que a principios del invierno están cargados de bayas. No abandonarán la zona mientras estén disponibles.



En este caso han de compartir esta abundante provisión de comida con otras especies frugívoras, como los verderones, que a diferencia de los zorzales (que se las tragan enteras) las trituran con fuerza antes de ingerirlas gracias a su potente pico.




miércoles, 20 de enero de 2021

Mitos, la vida en grupo

Un grupo de mitos Aegithalos caudatus compuesto por unos 10 ejemplares se mueve por la zona de Maqua, en Gozón. Es ahora en pleno invierno cuando son más fáciles de registrar, gracias a la caída de la hoja del arbolado caducifolio. Curiosamente, observo que están comiendo pequeños brotes y yemas; este pajarín es insectívoro, pero puede complementar su dieta con materia vegetal nutritiva.


Es el mito una especie que vive en grupos casi toda su vida, fuera de la época reproductora. Cuando esta termina, al final de la primavera o principios del verano, se organizan estos grupos, que están compuestos por miembros del mismo núcleo familiar, seguramente los progenitores, los jóvenes volanderos, y otros adultos que hayan ayudado en la cría. En otras entradas sobre la especie ya relato como se desarrolla la crianza de los pollos.

¿Cómo se sabe que estos grupos de mito son familiares? De varias maneras, por ejemplo un clásico estudio biométrico comprobó que la variabilidad en la longitud de las alas entre los mitos de un mismo grupo es muy pequeña, mucho menor que la que se registra teniendo en cuenta grupos diferentes. Este carácter es hereditario, lo que demuestra que los miembros de cada grupo son muy cercanos genéticamente.


Este hecho hace que el mito se comporte como un ave altamente social, y que prácticamente ha supeditado la supervivencia del individuo a la del núcleo familiar. Por ejemplo, en los desplazamientos erráticos en busca de comida tendrán más posibilidades de sobrevivir aquellos grupos cuya longitud del ala sea mayor, que podrán desplazarse a distancias más largas.


Estos bandos de mito comienzan a deshacerse antes de que finalice el invierno, porque la construcción de los nidos es muy laboriosa y lleva mucho tiempo, ya que son estructuras muy complejas. Las nuevas parejas empiezan a formarse en los meses de febrero o marzo, puede que incluso antes en algunos casos. Hace unos días ya pude registrar una pareja constituida en un parque de Avilés.


Para saber más:

Gosler, A. G. (1988) Wing‐length variation and flock relationships in the long‐tailed tit Aegithalos caudatus , Ringing & Migration, 9:2, 68-70

jueves, 14 de enero de 2021

Pavo real, ciclo anual

En 2020 he continuado con el seguimiento de la fenología de diversas especies de mariposas diurnas en el concejo de Gozón y su entorno. Voy a referirme hoy a la pavo real Aglais io. El seguimiento ha sido realizado tanto con itinerarios sistemáticos como con observaciones ocasionales, aunque en esta entrada me refiero sólo a las observadas en los itinerarios.

14/09/20 Peroño

El total de mariposas registradas fue de 44, con una media de 0,39 ej./km de media anual, menos de la tercera parte de las registradas el año anterior. Aunque no se pudo censar durante el mes de abril, en el caso de esta especie no resulta muy importante dado que es un periodo de baja presencia de esta mariposa.


En 2020 sale de la hibernación ya a finales de enero, y el primer registro correspondió a dos ejemplares persiguiéndose, probablemente macho y hembra. En febrero y marzo arroja índices bajos, y además se observan ejemplares muy deteriorados, probablemente señales de que la mayoría de mariposas no ha logrado sobrevivir a la invernada. A mediados de marzo se anotan los últimos ejemplares, ya muy deteriorados, y aunque en abril no se pudieron realizar censos es probable que durante este mes no estuviera presente.

25/01/20 Bocines

03/02/20 Maqua

Los primeros ejemplares de la generación anual 1 se observan el 25/05, más o menos las mismas fechas que el año anterior. Durante el mes de junio se observa un bajo número de mariposas, con una media ligeramente por encima de 0,5 ejs/km. La generación anual 2 emerge ya a finales de julio, y en agosto se alcanza el pico anual, al coincidir ejemplares de ambas generaciones.

25/52/20 Bocines

25/07/20 Peñas

08/08/20 Bocines

El número de mariposas desciende en septiembre, es posible que durante este mes ya desaparezcan las de primera generación. A finales de este mes entran prácticamente en hibernación, con un único ejemplar en octubre y otro en noviembre, el último registro del año el día 12/11.

03/09/20 Iboya

12/11/20 Maqua

En resumen, el esquema fenológico descrito se corresponde con el que se describe para otras zonas atlánticas, como el sur de Francia, y el más habitual aquí, con dos generaciones en el año, la primera volando entre mayo y agosto, y la segunda en agosto-septiembre, reapareciendo al año siguiente para volar otros dos meses. Este esquema general puede sufrir variaciones en las fechas, o en el número de mariposas, dependiendo de la climatología. De hecho el año 2020 fue muy escaso, señal quizá de que esta mariposa está sometida a ciclos. Además a diferencia de otros años no se encontraron orugas.

lunes, 11 de enero de 2021

Una pareja de cuervos

Una pareja de cuervo Corvus corax, o cuervo grande como se denomina ahora a esta especie, cruza los cielos de la playa de Xagó, cerca de los acantilados. Este es su hábitat preferido en el concejo, donde ubican sus nidos las pocas parejas que aquí encontramos.

El cuervo pertenece a la familia de los córvidos, que son los paseriformes de mayor tamaño, y además es el mayor de todos ellos, por lo que podemos decir que se trata de nuestro pájaro más grande. A veces se confunde con el otro córvido negro, la corneja, pero se diferencia por el tamaño, por su reclamo, que es un graznido ronco, y porque en vuelo presenta la cola en forma de cuña.


El cuervo se extiende potencialmente por toda Europa, pero en varios países está asociado con la magia negra y el diablo, y durante largo tiempo fue duramente perseguido en muchas zonas, hasta llegar a extinguirlo. Por eso su área de distribución actual presenta grandes extensiones donde está ausente, en especial en el oeste del continente y las islas británicas. Sin embargo, de acuerdo con los datos disponibles no parece estar en peligro, sumando un total de entre 600.000-1.100.000 parejas, de las cuales entre 1.000 y 2.000 serían asturianas, de acuerdo a las cifras del Atlas de Aves Nidificantes de la COA.


Los cuervos anidan normalmente en paredes rocosas, bien de la costa bien de la montaña, y se emparejan de por vida, cuya duración media es de 10-15 años. Una vez que un miembro de la pareja muere, el otro busca un reemplazo, y juntos anidarán en idéntico lugar, por eso ocupan las mismas áreas a través de los años. Normalmente se observan en parejas, aunque una vez que termina la época reproductora pueden formar concentraciones, que en Asturias son más frecuentes en la montaña. A lo largo de los últimos años se han adaptado a la presencia humana, construyendo nidos en grandes construcciones y árboles de gran talla, en especial pinos, por eso sus poblaciones han aumentado.






lunes, 4 de enero de 2021

Gavioteando (2)

La segunda parte de la entrada sobre los registros de gaviotas en esta primera parte de la temporada invernal va acerca de las especies "grandes". En esta época de inicios del invierno las gaviotas que todos los aficionados esperamos con más ganas son las llamadas "blancas", las que vienen de latitudes árticas. En este sentido parece que está siendo un buen invierno para la gaviota polar o groenlandesa, de las que están apareciendo varios ejemplares arrastrados por los constantes vientos del norte que estamos teniendo. Tuve la suerte de localizar un ave de primer invierno que se detuvo unos minutos en la playa de la Ribera en Luanco a alimentarse, el día 31/12.



Con posterioridad el día 03/01 pude observar otros dos ejemplares de primer invierno juntos en la ensenada de Llodero, que ya llevaban por lo visto algunos días. Son diferentes del ejemplar de Luanco, uno de ellos de tamaño muy pequeño.


La otra gaviota blanca que podemos observar aquí con cierta regularidad es la gaviota hiperbórea, o gavión hiperbóreo, de la que están llegando también varias aves. Tuve la ocasión de registrar un primer invierno a mediados de diciembre en la ensenada de Llodero, que esta temporada parece ser el epicentro para estas especies. Este ejemplar lleva un buen periodo asentado en la zona.


Otra especie escasa que aparece en esta época no viene del norte, sino más bien del este. Se trata de la gaviota cáspica. Tras pasar el mes de diciembre sin registrarla, ya a final del año en 31/12 en la playa de la Ribera pude observar un ejemplar con todo el aspecto de una gaviota cáspica adulta. Bastante barrigona, con las patas largas y de un tono rosa sucio, la cabeza redonda y muy blanca, un ojo pequeño y oscuro y el pico largo con poco gonys y una marca oscura.


Para las dos especies más o menos regulares en esta época que nos visitan en esta época, el gavión y la gaviota argéntea, esta siendo un invierno muy escaso, al menos por lo que a mí respecta, y estoy registrando muy pocos ejemplares. Destacar esta bonita gaviota argéntea de primer invierno que estuvo unos días por el parque Ferrera de Avilés, de tipología muy clara.

Aunque la especie más frecuente que inverna en Asturias es por supuesto la gaviota sombría, de la que siempre escrutamos los bandos en busca de ejemplares anillados que nos cuenten su historia. Hay unos pocos que se muestran fieles y aparecen todas las temporadas, como por ejemplo este ejemplar de origen gales que lleva viniendo a Bañugues desde su primer invierno de vida, y con éste ya van 4.





sábado, 2 de enero de 2021

Gavioteando (1)

Un nuevo año ha comenzado, y aquí continúo contando cosas acerca de las aves que observo por Gozón y sus aledaños. No es raro que cada año alguna de las primeras entradas del blog verse sobre gaviotas, y es que los meses de diciembre y enero constituyen con gran probabilidad la mejor época del año para observarlas. Así que de este modo arrancamos también 2021.

Esta primera parte irá enfocada a las gaviotas "pequeñas", empezando por la gaviota cana. La playa de Bañugues y sus alrededores son una buena zona para observar a esta especie. Cada temporada invernan unas pocas, normalmente ejemplares de primer invierno. Se suelen establecer a primeros de diciembre, y en la que va en curso mi máximo conteo han sido 4 aves.



En otras zonas son más escasas, por ejemplo en la ensenada de Llodero, se ven ejemplares aislados.


Y a veces se observan también aves de otras edades, como este adulto en migración por Luanco de principios de diciembre.


Las dos especies más habituales en invierno por el litoral de Gozón son la gaviota reidora y la gaviota cabecinegra. En la foto siguiente las tres primeras son cabecinegras y la siguiente reidora.


Las tres especies anteriores se alimentan en bandos mixtos por los prados del concejo, donde este invierno hay prácticamente más gaviotas reidoras que en el litoral. Es curioso que hasta hace poco tiempo la gaviota cabecinegra prácticamente no se observaba en los prados, y ahora cada vez es más frecuente.



Finalizo esta entrada con un par de curiosidades. La primera se refiere a la gaviota tridáctila, una especie frecuente en Asturias en invierno, pero en mar abierto. Los fuertes temporales pueden arrastrar a esta gaviota a las cercanías del litoral, y en Luanco incluso se observa en ocasiones volando sobre tierra. Pude registrar pequeños grupos el día 01/01 tras varios días de fuerte viento NO.




Y el segundo apunte se refiere a la que yo he bautizado como "Maruxa", la gaviota de Delaware que lleva varias temporadas acudiendo al parque de Ferrera de Avilés a pasar el invierno. Este es el cuarto consecutivo que lo hace, el segundo como ave ya adulta. Aunque llegó algo más tarde que otros años no ha querido faltar a la cita. No olvidemos que es una gaviota nativa de Norteamérica, y que cada año llegan muy pocos ejemplares a la Península Ibérica.