Se trataba de un ejemplar adulto y otro juvenil. Aunque el adulto ya presenta plumaje de invierno y no tiene caperuza en la cabeza, se reconoce bien porque el pico es negro con la punta amarilla, mientras que el del joven es negruzco en su totalidad. Además, el plumaje del adulto es gris uniforme, mientras que en el joven se aprecian bien las marcas alares negras de las coberteras.
Una característica muy notable del charrán patinegro, o garrucho como se le conoce por aquí, es lo ruidoso que es cuando viaja en migración, los bandos se oyen antes de verlos. Eso es porque se llaman de continuo, dado que las aves jóvenes dependen hasta el invierno de los adultos, que los alimentan. Esto pude comprobarlo hoy, porque el charrán joven se acercaba a su pariente con movimientos del pico y de la cabeza, seguramente solicitando comida.
Además de los charranes tuve alguna que otra interesante observación de gaviotas. Por ejemplo, este adulto de gaviota argéntea Larus argentatus, de la que sigue habiendo un pequeño goteo migrador.
Y entre los jóvenes de gaviota se ven algunos muy oscuros estos días, son gaviotas sombrías Larus fuscus que aún conservan el plumaje juvenil intacto, sin haber mudado al de primer invierno que es un poco más claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario