Nada más llegar la barnacla comenzó a alimentarse activamente de los pequeños brotes de hierba que crecían por la zona.
Este invierno estamos teniendo en el norte de Iberia una pequeña invasión de este pequeño pariente de los gansos, que normalmente es un invernante muy esporádico. El último influjo que yo recuerdo se produjo en la década de los 90. El ejemplar que yo vi parece un adulto de la subespecie nominal, por su amplia marca blanca en el cuello y los laterales muy vermiculados. que es la que está protagonizando esta arribada.
Esta subespecie cría en las costas de Siberia y pasa el invierno en las costas del NO de Europa, llegando normalmente hasta Francia.
A ver si seguimos disfrutando un tiempo más de su presencia.
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