La invernada de las aves en nuestras latitudes es un fenómeno curioso y muy variable. Hay especies en las que la mayor parte de los individuos apenas permanecen aquí durante lo más crudo del invierno, dos o tres meses a lo sumo, y hay otras que se quedan durante largas temporadas, mucho más tiempo que en sus zonas de cría. El archibebe claro Tringa nebularia es uno de estos últimos casos.
Desde hace unas temporadas se instala en la ría de Avilés en torno a la ensenada de Llodero un pequeño grupo de archibebes claros invernantes, que se ha venido a sumar a los tradicionales bandos de las rías de Villaciosa y el Eo. Pues bien, en esta zona las primeras aves se detectan muy pronto, recién finalizada la época reproductiva en el mes de julio, y se observan prácticamente hasta primeros de abril. No es probable que los invernantes se asienten tan temprano, pero no cabe duda que permanecen aquí por espacio de varios meses.
Durante estos días de marzo puede observarse mezclado con su pariente el archibebe común, del cual ya comenté que había iniciado la migración prenupcial. Algunos archibebes claros ya han mudado buena parte del plumaje a su librea nupcial, como puede verse en el ejemplar de arriba a la izquierda, con el cuello y el pecho muy listados.
El archibebe claro se reproduce en una gran franja de territorio en latitudes templadas de Eurasia. Todos invernan al sur de su área de cría, invernando en Europa una pequeña parte del total. Quizá estos ejemplares presentan una ventaja competitiva sobre sus congéneres, dado que sus desplazamientos son considerablemente más cortos.
Los archibebes claros de Llodero pasan bastante tiempo alimentándose. Solo descansan cuando la marea está en su punto alto, cuando empieza a bajar son capaces de capturar invertebrados con el cuerpo muy metido en el agua, a diferencia de otros limícolas.
Capturar invertebrados...y vertebrados, José Antonio. En la ría de Ortigueira (una de sus localidades más importantes con 120-130 aves invernantes) he observado muchas veces como persiguen pequeños peces en los canales de la bajamar. Es curioso que comparte con el Archibebe oscuro esa costumbre de alimentarse con el agua hasta la barriga pero no con el común, que parece menos vadeador o, digamos, "menos acuático". ¿Te has fijado tú tambien en eso?
ResponderEliminarHola Xabi, pues nunca los he visto y es un buen dato. Probablemente sea porque aquí donde más los sigo, en la ría de Avilés, no hay muchos peces. Me había fijado en ese detalle y por eso quise resaltarlo, es una curiosa costumbre que tengo fichada en esta especie, no tanto en el oscuro que lo tengo algo menos visto. Un saludo y muchas gracias por dejarte caer por aquí Xabi.
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