Con las cáspicas que he visto hasta ahora lo primero que me llama siempre la atención es el tono blanco de su cabeza, limitada al nivel del cuello por una llamativa "bufanda". Luego hay que fijarse en el contraste de las plumas del dorso, de un azulado suave con pintas marrones, con las abigarradas coberteras de tonos pardos. Y por supuesto es definitivo el jizz, el aspecto de esta gaviota que la hace tan atractiva y diferente de las demás.
La observación de esta gaviota se ha ido haciendo un poco más frecuente, dada su expansión por Europa, pero sigue siendo muy escasa y todo un hallazgo. Es posible que este ejemplar esté invernando por la zona.
La playa de Bañugues sigue siendo un buen lugar para la observación de gaviotas, en especial en esta época invernal. En el pequeño bando que frecuenta el arenal pueden localizarse hasta siete especies, destacando las dos gaviotas canas de primer invierno que llegaron con el temporal de primeros de año y continúan por aquí.
En los últimos días ha aumentado el grupo de gaviota cabecinegra, que hasta ahora era de unos pocos ejemplares y ahora llega algunos días a cerca de 50, para mi desesperación ninguna de ellas anillada.
Junto a ellas se observan unas pocas gaviotas reidoras.
Entre los grandes destacan unos pocos gaviones que están invernando por el entorno de la playa y suelen frecuentar el arenal, de varias edades, por ejemplo adultos...
o de tercer invierno.
También se ven unas pocas argénteas, varias de ellas adultas, que destacan por su dorso de color gris claro y sus patas rosadas.
Por supuesto las mayoritarias son las patiamarillas y sombrías que constituyen siempre el grueso de bando en cualquier época.
Entre las cuales nos podemos entretener buscando cualquier rareza que pueda aparecer, uno de los más emocionantes pasatiempos para cualquier gaviotero que se precie...
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