En los meses de invierno las dificultades climáticas a las que se ven sometidas las aves influyen de manera decisiva en su distribución geográfica. Así, cuando se producen circunstancias extremas, algunas especies se ven obligadas a abandonar sus áreas de invernada, aún cuando sea de forma momentánea. Un ejemplo clásico son las olas de frío, cuando muchas zonas se cubren de nieve forzando a las aves a desplazarse a latitudes más templadas.
Esta última semana han comenzado a encadenarse una serie de fuertes temporales en las costas europeas, rompiendo una racha de varias semanas de tranquilidad climatológica. En Asturias lo hemos visto reflejado en forma de lluvia, vientos fuertes del oeste y notable oleaje. También han aparecido varias aves nuevas donde antes no estaban, como por ejemplo unos cuantos correlimos tridáctilos Calidris alba en algunas playas. En Gozón tenemos al menos dos, uno en Bañugues y este de las fotos en la Ribera, en Luanco.
Otra especie de la que han llegado varios ejemplares es la gaviota cana Larus canus, de la que en Bañugues se han localizado dos ejemplares.
Sin duda en ambos casos este fuerte temporal que de repente ha golpeado las costas europeas ha influido en que hayan tenido que desplazarse. Se comprueba así la importancia que cobran nuestras costas en circunstancias como ésta, sirviendo a las aves de refugio alternativo y temporal.
Muy buena esa gaviota cana!!! Se nota que la constancia y perseverancia dan su fruto. Haber si llega alguna rareza más con este mal tiempo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Martín, parece que además han llegado para quedarse porque se están viendo con persistencia. Un saludo
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