Ya se pueden observar algunas aves en migración hacia sus cuarteles de cría en el norte. A estas alturas del año, cuando aún no ha terminado siquiera el invierno, las especies que aparecen son normalmente las de invernada más norteña. Un buen ejemplo de ello es el chorlito dorado Pluvialis apricaria, del cual localicé un ejemplar esta mañana en la playa de Bañugues.
Los chorlitos dorados crían a lo largo del oeste y norte de Europa, y el límite sur de su área de distribución invernal se encuentra en la Península Ibérica y Norte de África. Las distintas poblaciones tienen diferentes rutas de invernada, y las aves que pasan por aquí parecen pertenecer en su mayoría a la ssp. altifrons de Escandinavia y Rusia.
El chorlito dorado es habitual en Asturias en migración postnupcial o en invernada, pero es mucho más raro en esta época, ya que su viaje a las áreas de cría es rápido y con pocas paradas. El ejemplar que vi hoy ya presenta algunas señales de muda a su plumaje nupcial, como varias plumas doradas en el dorso, el asomo de mejilla oscura e incluso las primeras plumas negruzcas en el pecho.
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