Mi amigo Toño Caballero detectó esta semana un par de ánsares comunes Anser anser en los prados encharcados por las lluvias del Cabo Peñas, de los cuales me ha cedido amablemente una foto. Allí se han quedado establecidos unos pocos días, y yo mismo tuve la oportunidad de observarlos en la jornada de ayer.
Las migraciones de las diferentes poblaciones de ánsar común son bastante complejas, pero han sido bien estudiadas. Así, se sabe que las poblaciones de la península escandinava, Suecia y Noruega, comienzan a desplazarse al sur tras la cría. Entre septiembre y octubre permanecen la mayor parte de ellos entre Dinamarca y Holanda, en una primera parada. En noviembre muchos de ellos emprenden un segundo salto al sur, rumbo a la Península Ibérica. El destino de la mayoría son las marismas de Doñana, aunque una parte se quedan en el entorno de Villafáfila.
Tras un corto periodo de invernada, a partir de febrero los gansos inician su viaje de retorno a las áreas de cría. Su estrategia consiste en efectuar paradas más o menos largas en sitios estratégicos donde repostar, que sería lo que están haciendo los dos ejemplares que han llegado a Peñas. Por desgracia Asturias suele quedar por lo general al margen de estos movimientos migratorios y sólo algún año se registran cantidades importantes, en especial en otoño.
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