En biología se conoce como "voltinismo" al número de generaciones de un organismo que aparecen en el curso de un año. Este término es bastante frecuente para referirse al ciclo vital de algunos insectos, sobre todo las mariposas. Entre las especies asturianas existe una gran variedad, desde aquellas especies que sólo presentan una generación (univoltinismo) a las que tienen más de una (polivoltinismo).
Unas pocas especies pueden desarrollar hasta tres generaciones, es decir, son trivoltinas. Se trata por lo general de especies pequeñas y cuya planta nutricia es abundante durante todo el año. Por ejemplo el licénido ícaro dos puntos Polyommatus icarus, que presenta un claro dimorfismo sexual: el macho es azul en la parte superior y más claro en la inferior...
mientras que la hembra tiene tonos más pardos y oscuros.
Otra especie que suele ser trivoltina es un pequeño satírido, la ninfa de Linneo Coenonympha pamphilus, en la cual ambos sexos son muy similares.
En estas mariposas trivoltinas las generaciones suelen repartirse con las estaciones: primavera, verano y otoño, volando desde abril hasta octubre. Es en septiembre cuando suele emerger la tercera, el mes en que pude hacer las fotos que ilustran esta entrada. Hay especies que sólo algunos años presentan esta tercera generación, como la pequeña blanca esbelta Leptidea sinapsis.
Las mariposas adultas representan la etapa reproductiva y final de todo el ciclo, por eso se aparean al poco tiempo de haber emergido; así por ejemplo pude registrar una cópula de Coenonympha pamphilus pocos días después de ver los primeros individuos.
De estos últimos individuos del año nacerán las larvas que hibernarán para dar nuevas mariposas en la próxima primavera.
Un placer seguir tus andanzas, querido Pin.
ResponderEliminarY un placer saber de ti y que te pases por aquí Belén. Un amrazo
EliminarGracias a su paciencia para fotografiar y a sus enormes conocimientos podemos disfrutar de placeres como sus fotos y explicaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias por mi parte y la de mi familia, que compartimos.
Fotografiar la naturaleza es un enorme placer, ante el cual la paciencia es además de una virtud necesaria un sacrificio mínimo. Muchas gracias por vuestras palabras y por seguir mi blog. Un saludo
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