Entre los insectos migradores quizá el caso más espectacular es el de la polilla esfinge colibrí Macroglossum stellatarum. Su llegada desde el norte a principios del otoño es muy llamativa, se trata de ejemplares que llegan tras un largo vuelo y se alimentan activamente allí donde hay flores disponibles, en muchos casos en parques y jardines.
Su comportamiento alimenticio, batiendo las alas a gran velocidad y moviéndose rápidamente de una flor a otra, en las que se nutre de néctar con su larga espiritrompa, llama poderosamente la atención de aquel que no está acostumbrado a verla, que la confunde normalmente con un colibrí. De hecho esta característica de su comportamiento es la que les da su nombre en castellano.
La migración de los insectos es diferente a la que realizan las aves, y no puede estudiarse asimilándose a ésta. Para empezar, los ejemplares que llegan ahora son los descendientes de aquellos que se fueron al norte en primavera para criar. Ninguno realiza el viaje de ida y vuelta.
Las direcciones y sentidos en la migración también varían ligeramente. Los insectos, como las aves, se guían principalmente por el campo magnético de la Tierra, siguiendo una dirección mayoritaria Norte-Sur en otoño. Es muy probable que buena parte de las esfinges que vienen a Asturias en esta época procedan de las Islas Británicas, que ocupan masivamente en la estación de cría, en especial Gran Bretaña.
El pico de llegada en otoño se suele producir entre finales de septiembre y primeros de octubre. Algunos años es muy notoria, y esta temporada parece que puede ser así. De hecho, el pasado día 5 de octubre pude contar hasta 16 alimentándose en la zona de Nieva, todas ellas en prados ocupados por plantas de Vicia, de las que pude obtener un buen número de fotos. Como no pude mirar todos los prados de la zona seguramente habría muchas más.
En Gozón también hay poblaciones sedentarias de esfinge colibrí, ya que se detecta durante todo el año. La característica más importante que define a las migratorias es su comportamiento, esta alimentación activa durante mucho tiempo que indica que llegan con pocas reservas, además del hecho de registrarse agrupadas y en la cercanía del mar.
Estas polillas llegadas del norte seguirán en muchos casos su vuelo hacia el sur, y unas cuantas se quedarán compartiendo territorio con las poblaciones locales. Aquí se reproducirán para dar paso a una nueva generación la próxima primavera, sobreviviendo al invierno en estado adulto.
Este año he visto a "las colibrís" en todo tipo de hábitats, pero realmente resulta difícil fotografiarlas con precisión, tu lo has conseguido. Abrazote.
ResponderEliminarEs difícil Belén, tuve la suerte de que estas llegaban en migración y se pasaban mucho tiempo alimentándose. Un abrazo
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