Los camachuelos llegan a los parques urbanos, al menos a los de la ciudad de Avilés, a finales del otoño. Lo hacen sin duda buscando alimento, y su dieta va variando a lo largo del tiempo. Diversos estudios realizados en Inglaterra han estudiado como se produce esta evolución en lo que comen los camachuelos. Se sabe que primero se alimentan de semillas, tanto de arbustos como de árboles. Y esto es lo que se observa en los parques de Avilés cuando estas aves llegan, ya que pasan mucho tiempo en el suelo buscando las semillas caídas de los arces, las samaras.
Cuando se agota la provisión de semillas los camachuelos pasan a alimentarse de los brotes de árboles y arbustos de todo tipo. Precisamente este hecho les está acarreando cierta impopularidad en algunas zonas, ya que se han acostumbrado a la presencia humana y son habituales consumidores en las plantaciones de frutales. Los camachuelos de Avilés gustan por ejemplo de los brotes de abedul.
¿Qué ocurre en los parques urbanos? Un cuidado extremo e intensivo lleva a barrer el suelo literalmente de hojas y semillas, haciendo que los prados asemejen campos de golf. Esto acarrea la práctica desaparición del reservorio de semillas existente en el suelo, y hace que los camachuelos pasen a ingerir brotes muy pronto, con el consiguiente prejuicio para los árboles del parque.
Es evidente que en una concepción verde y sostenible de los parques deberían mantenerse ciertas zonas sin una "limpieza" tan a fondo, especialmente al pie de los ejemplares productores de semillas, como arces, fresnos o tejos. Así se estarían beneficiando no solo los camachuelos sino otras especies que tienen en las semillas caídas su principal fuente de alimento, como pinzones, verderones o zorzales.
Para saber más:
Newton, Ian (1967): The feeding Ecology of the bullfinch (Pyrrhula pyrrhula L.) in Southern England. Journal of Animal Ecology, vol. 36 pp 721-744
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