En mi última entrada del blog comentaba que estamos en pleno apogeo de la migración transahariana, la que se dirige al continente africano superado el desierto del Sahara para pasar el invierno . Hablaba de las especies de paseriformes que son más visibles y conspicuas a campo abierto, pero es verdad que la mayoría tienden a protegerse en árboles o arbustos durante sus paradas. Vamos con alguna de las más típicas que he podido ver durante esta semana.
Quizá la palma en cuanto a belleza se la lleva el macho de colirrojo real Phoenicuros phoenicuros. No es abundante, su comportamiento es muy tímido y por ello sus observaciones son escasas. Éste tuve la suerte de registrarlo en la zona de Bocines.
Mas visibles son los papamoscas, ya que para posarse suelen elegir perchas cercanas a espacios abiertos que les permiten cazar al vuelo los pequeños dípteros que les sirven de alimento. En la zona de Nieva he podido registrar algunos, el más numeroso es el papamoscas cerrojillo
Ficedula hypoleuca.
Y más escaso es el papamoscas gris Muscicapa striata, también un poco más atrevido.
Por el hábitat que ocupa, una de las especies comunes que más dificilmente se ve es el carricero común Acrocephalus scirpaeus. En días buenos de migración alguno se registra por la campiña, pero lo más normal es tener que buscarlo en los carrizales costeros, donde se mueve entre los carrizos y hemos de tener paciencia hasta que lo vemos asomar. En Gozón el mejor para verlo es el de Verdicio.
Muy interesante.
ResponderEliminarMuy guapo, Pin. En cuanto a papamoscas y de momento, curiosamente, voy viendo más grises que cerrojillos.
ResponderEliminarAún no he pillado ningún Real este año, espero tener suerte este finde, muy buena entrada
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