jueves, 6 de enero de 2022

Una golondrina invernal

Durante este invierno se están detectando varios ejemplares de golondrina común Hirundo rustica en Asturias. Yo mismo pude registrar un ave sobrevolando repetidamente la charca de Verdicio el día 05/01, el cual me comenta mi compañero Rubén Fernández que lleva por la zona una buena temporada.


Todos tenemos en la cabeza la imagen de la golondrina como la especie migratoria de larga distancia por excelencia, ya que efectúa una larga travesía hacia sus cuarteles de invierno africanos. Sin embargo, cada vez más aves de la subespecie nominal, que cría en Europa y buena parte de Asia, han empezado a pasar el invierno en la Península Ibérica, sobre todo en el extremo sur, que ya aparece en muchos mapas de distribución como área de invernada.



Esta zona se está ampliando cada vez más hacia el norte. Así por ejemplo hay un núcleo de invernada en Oporto, del cual se ha publicado un reciente estudio basado en el análisis de los isótopos de las plumas de muda. A grandes rasgos este análisis isotópico permite averiguar la zona donde crecieron estas plumas que caen al suelo durante la muda de las golondrinas, que transcurre de finales de otoño a mediados de febrero. Así en el caso de las aves juveniles, de primer invierno, conoceremos su lugar de  procedencia, y en el caso de las aves adultas el lugar donde realizaron su anterior muda.


Los resultados del estudio revelaron en primer lugar que la mayor parte de las aves eran adultas, aunque el porcentaje de jóvenes no es despreciable, más o menos 1/3 del total. Una segunda conclusión interesante es que las aves jóvenes son originarias de Europa, y en cuanto a las aves adultas se comprobó una avanzada filopatría, ya que las plumas del invierno anterior también habían crecido en el SO de Europa (el análisis isotópico no permite discriminar el lugar concreto, solo aproximar) y tan sólo una pequeña parte había realizado la muda el invierno anterior en el oeste de África.



Los colores oscuros de la figura anterior muestran que un gran porcentaje de las aves analizadas había realizado su muda anterior en el SO de Europa. Por tanto, las conclusiones del estudio son claras, y es que cada vez más golondrinas invernan en la Península Ibérica sin necesidad de volar a África, estas golondrinas sobreviven al invierno y por tanto su posibilidad de reproducción es mayor, ya que su viaje migratorio primaveral es mucho más corto y además llegan antes a los sitios de cría. El estudio relaciona esta creciente importancia de la invernada europea de las golondrinas con el cambio climático y los inviernos más suaves que estamos teniendo.


Para saber más:

Anders Pape Møller, Tim van Nus, Keith A Hobson, Rapid reduction in migration distance in relation to climate in a long-distance migratory bird, Current Zoology, 2021;, zoab053, https://doi.org/10.1093/cz/zoab053


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