domingo, 19 de junio de 2022

Los que no siguen

A finales de mayo y principios de junio de este año 2022 se detectó un importante movimiento migratorio de limícolas por los estuarios asturianos, del que pude dejar registro en un par de entradas del blog. En estas migraciones tardías las aves tienen urgencia por llegar a sus áreas de cría, y es habitual verlas partir en pleno día, sobre todo a medida que va subiendo la marea.

Sin embargo, fue avanzando el mes de junio y la ensenada de Llodero seguía ocupada por un buen número de aves. Este por ejemplo es un detalle de un día ya muy tardío, el 13.


Podemos considerar que se trata sin duda de aves que no van a completar su migración, que a mitad de camino han perdido su instinto migrador y se han quedado en la zona temporalmente, adoptándola podríamos decir como un área temporal de supervivencia. Ya no tienen urgencia por partir y es frecuente verlas en actitud de reposo.


Este fenómeno ocurre todos los años, y lo más probable es que se trate de ejemplares en su segundo año de vida que no llegan a desarrollar completamente el impulso reproductor. Lo que sucede es que en este 2022 ha sido mucho más marcado, y el número de aves que se han quedado es bastante alto, entre 200 y 300, la gran mayoría de ellos correlimos comunes, moviéndose de un lado a otro de la ensenada como Pedro por su casa.


Junto a los correlimos comunes se quedan otras especies en cifras más modestas, sobre todo chorlitejos grandes, correlimos tridáctilos y algún que otro archibebe común.


La supervivencia de estas aves que podemos llamar "veraneantes" es esencial, ya que si bien esta temporada no forman parte del contingente reproductor, sí lo harán en las siguientes, pudiéndose calificar de "reservorio natural". Desgraciadamente, a medida que se acerca el verano, su presencia en estuarios como el de Llodero, de tamaño reducido, se hace casi imposible. Las grandes mareas de este mes de junio, así como la abundante presencia humana de los días soleados, hacen que ya no quede espacio disponible para ellos y tengan que acabar desplazándose a otros lugares. Así, a finales de esta semana ya quedaban muy pocos.

A la inversa, pueden aparecer ejemplares no reproductores desplazados desde otras áreas, como por ejemplo esta cigüeñuela que pude registrar el día 13 de junio, en el que también observé un pequeño grupo de 5 zarapitos trinadores.







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