La otra especie, también un adulto, era un gavión Larus marinus, es más frecuente que la anterior en la costa, pero se observan menos adultos. El gavión se reconoce bien frente al resto de gaviotas por su mayor tamaño, el dorso oscuro y las patas de color rosado.
El gavión lo pude observar justo cuando llegué a la playa, y menos mal, porque un poquitín después llegó uno de mis amigos peludos de estos cuya mayor afición es espantar a las gaviotas que están tranquilamente posadas en la orilla, descansando. Como se puede apreciar en la foto siguiente se encontraba en ese momento un grupo grande de gaviota sombría, unas 180, la mayoría adultas, probablemente ya en migración prenupcial.
Entre las aves limícolas que están invernando en la ensenada continúan un total de 19 vuelvepiedras, 18 chorlitejos grandes y el correlimos menudo entre las pequeñas, además de los 5 andarríos chicos. Entre los chorlitejos grandes se encuentran ejemplares de primer invierno junto con adultos, en la foto siguiente se puede ver una hembra.
Y entre las grandes continúa el grupillo de 6 chorlitos grises junto con la aguja colipinta, aquí podemos verlos escapando de la ola que va llegando.
Para completar el panorama continúan invernando en la playa también el martín pescador y un par de garcetas, que ya llevan morando por aquí hace varios meses.
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