El canto del triguero es inconfundible, un trino apagado similar al arranque de una máquina que emite de forma incansable. En muchas zonas del sur es una de las músicas de fondo de cualquier hábitat abierto (cultivos abiertos, dehesas, pastizales...). Aquí en Asturias se escucha sobre todo en la campiña costera.
Los trigueros llegan temprano, ya que invernan en la Península Ibérica, de hecho este invierno se observó alguno en enero. Pero a mí me da la impresión de que esta primavera se han retrasado un poco más, quizá a primeros de abril. Pero la mayoría ya han llegado. Estos primeros días se dejan ver muy bien, ya que los machos están marcando su territorio, en esta zona de Moniello se pueden ver varios machos en zonas vecinas.
Para cantar no desdeñan ningún posadero, como por ejemplo una pequeña planta herbácea.
Ni les molesta la compañía de otros vecinos que comparten el mismo hábitat, como un macho de lavandera boyera.
A medida que vaya avanzando la estación de cría los trigueros se volverán más esquivos.
Muy buenos datos para distinguirlo, creo que sin ellos no hubiera sabido identificarlo.
ResponderEliminarGracias, este no tiene mucha dificultad, sobre todo el canto, no hay otro igual...
EliminarUn placer ver tantos trigueros juntos, cantando en estereo, más otro sin fin de paxarinos, pero el placer gordo fue conocerte ¡por fin! a veces pasan años hasta que pones cara a un nombre.
ResponderEliminarLo mismo digo Iván, mira donde nos fuimos a ver, pero hizo un día precioso y por cierto muy fructífero. Un saludo
EliminarParece que ya van llegando...se anima la cosaa!!
ResponderEliminarLo bonito es que van llegando en oleadas, hasta que se ven los alcaudones y los vencejos, que son los últimos. Salú¡¡¡
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