Lestes viridis es un caballito del diablo de color verde
metálico, sin pruinescencia azul en el macho. En reposo, suele extender sus
alas en un ángulo con el cuerpo, a diferencia de otros caballitos del diablo. Al
final del estrecho abdomen el macho tiene dos cercoides amarillos con la punta
negra provistos de dos dientes.
Entre los rasgos que caracterizan a esta especie está el pterostigma es de color marrón claro con un borde negro. En el perfil, el color del tórax tiene un pico prominente que lo caracteriza, este pico está ausente o es muy pequeño efecto en otras especies excepto en Lestes dryas que tiene pterostigmas oscuros adultos.
Andan estos días estos odonatos en sus juegos amorosos. La
cópula de estos insectos, por un capricho de la biología, resulta ser un juego
de equilibrio fascinante. Con los cercoides el macho sujeta a la hembra por la
cabeza y vuela de un lugar a otro, se puede ver entonces las diferencias entre
macho y hembra, ya que ésta tiene el abdomen más grueso.
En los odonatos los machos, aparte del poro genital que
poseen en común con otros insectos al final del segmento abdominal, poseen otro
en la zona anterior, hacia la mitad del cuerpo. Es en este poro donde se sitúa
su pene o aparato inyector, por eso antes de realizar la cópula debe transferir
el espermatóforo de uno a otro.
Así, durante la cópula la obliga a curvar su abdomen, hasta
que el poro genital de ella (situada al final del cuerpo), entra en
acoplamiento con el de él donde guarda el esperma. En este proceso, el macho
eleva a la hembra en dos etapas. Ésta acaba agarrándose a su propio abdomen.
Aquí va un pequeño vídeo de la cópula.
Por lo general se encuentra cerca de estanques, canales u
otras aguas aún con árboles sobresalientes. La puesta de los huevos la realizan
en la corteza de plantas y arbustos acuáticos como los sauces.
En Gozón esta especie se encuentra en varios puntos, como en
la desembocadura del arroyo La Cabaña en la playa de Bañugues.
Son una maravilla, ya sabes de mi predilección por los odonatos en general...
ResponderEliminarLa conozco muy bien, son preciosos sí señor. Un saludo
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