Parece que continúa el pequeño goteo de charrancitos, que se detienen en nuestro litoral para hacer un alto en su periplo a las zonas de invernada. En esta ocasión he podido localizar alguno en la ensenada de Llodero, ayer un juvenil y hoy otro juvenil, probablemente el mismo, y un adulto. Se pasaron buena parte de la tarde pescando, con lo cual me dieron la oportunidad de observar los detalles de su plumaje. Por ejemplo, el adulto.
Se aprecia el plumaje de tonos gris oscuro, y el extremo del ala negruzco debido a las primarias más externas. Una vez posado, observo que conserva aún el plumaje nupcial, con el pico amarillo y las patas anaranjadas, igual que el ejemplar que observé hace unos días en Bañugues. Esto me indica que la muda probablemente la hacen cuando llegan a sus cuarteles de invierno.
El juvenil tiene el pico negruzco, el plumaje más claro, los hombros oscuros y un característico panel blanco en las secundarias.
Sin duda toda una gozada observar y seguir las maniobras de esta pequeña especie de charrán que tan poco se deja ver habitualmente.
Finalmente, para apreciar su pequeño tamaño aquí se puede ver al juvenil junto a una gaviota reidora, que casi parece gigante.
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