Es temprano por la mañana, y la playa de Bañugues está vacía de gente. Un alivio para el puñado de aves limícolas que la han elegido como lugar de descanso, ya que disfrutan de un buen momento de tranquilidad. Y relajadas como están ofrecen una buena oportunidad al fotografo para retratarlas a gusto.
El sitio preferido por las limícolas para alimentarse es la margen oeste de la playa, hay una mayor cantidad de limos y es el rincón más productivo, con mayor densidad de invertebrados. De momento el paso postnupcial ha estado condicionado porque estamos en pleno verano y está protagonizado por pequeños grupos mixtos de chorlitejo grande y correlimos común como los que aparecen en la fotografías.
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