Esta tarde me acerqué hasta el Cabo Peñas a ver si me encontraba con el par de escribanos nivales Plectrophenax nivalis que mi amigo Roberto localizó el día de ayer. Y a pesar del fuerte temporal con un intenso viento del oeste tuve suerte, allí estaban.
Siempre es un gustazo encontrarse a este precioso paseriforme, tan escaso en Asturias, adonde arriban en otoño e invierno un pequeño puñado de ejemplares, antes parece que llegaban más. El hábitat invita además, ya que el brezal de Cabo Peñas se asemeja a los páramos del norte donde la especie es más frecuente.
Son ejemplares algo distintos, parecen una hembra y un macho no del todo adulto, ya que la mancha blanca no es demasiado extensa.
El primero en localizarlos fue Roberto, el día 5.
ResponderEliminarVaya fotos más curiosas, con el reflejo del agua casi parece q está nevado. Jeje
Que guapos..
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