Hemos entrado en la peor época del año para observar aves, y no digamos nada para fotografiarlas. Así que cuando un macho de verderón Chloris chloris decide cruzarse en tu camino y posarse cerca de ti probablemente le prestas más atención que en otras fechas. Esto me ocurrió hace pocos días en un recorrido por la campiña de Condres y Antromero, este macho permaneció unos pocos minutos en una valla descansando de su trajín diario.
Bonito y simpático pájaro, el verderón. Bien distribuido a lo largo y ancho del concejo, aunque sin llegar a los números que presenta su pariente y amigo el jilguero. Cría en pequeñas colonias de unas pocas parejas y no necesita mucho arbolado para hacerlo, aunque sí es cierto que en zonas con más masa de arbolado, como parques y jardines, alcanza mayores densidades.
Los verderones gozoniegos probablemente son sedentarios dado que se ven todo el año, aunque es cierto que en invierno su número parece decrecer. No sé si llegan a criar dos veces al año o tan sólo una, porque la verdad es que a estas alturas todavía no he podido localizar ningún pollo volandero.
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