Tras la cópula la pareja no se suelta, sino que vuela junta sobre la superficie del agua, el macho sujetando a la hembra por la cabeza, mientras esta deposita los huevos en la vegetación.
Esta acción es bastante peligrosa para la pareja, ya que se muestra bastante al descubierto, por eso no permanecen demasiado tiempo en un solo punto, cómo se puede ver en este pequeño vídeo.
Al acecho, a la espera de poder capturar alguna libélula desprevenida permanecen cazadores de varios tipos. Uno de ellos es éste, un macho de la pequeña libélula emperador Anax parthenope, que patrulla incansable las orillas de la charca. Ya el año pasado pude detectar un macho aquí establecido.
Esta libélula es más pequeña que su pariente la libélula emperador Anax imperator, pero en cierto sentido es más peligrosa, ya que he podido comprobar que su vuelo es más ágil y rápido.
De repente, tras un par de ataques fallidos, el pequeño cazador impactó de lleno contra una de las parejas de Sympetrum que me encontraba siguiendo, pude captar el momento muy fugazmente.
El choque fue tan repentino que ambos miembros de la pareja cayeron al agua, en ese momento su destino quedó sellado.
Sin embargo, la libélula emperador no pudo obtener ningún provecho de su acción, dado que ni siquiera hizo ademán de capturar del agua a ninguna de sus presas caídas. Éstas, al menos, fueron capaces de depositar unos cuantos huevos fecundados antes de perecer víctimas del ataque.
Pues sí, un momento delicado... en todos los sentidos. También las aves están al acecho y no es difícil -tampoco diré que sea fácil- verlas matar dos pájaros de un tiro. Excelente documento, hay que estar ahí para captarlo. ¡saludetes!
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