Para mí la fotografía de las grandes libélulas se asemeja un poco a la pesca. El mecanismo es el siguiente: detectas a tu presa, por lo general un precioso odonato sobrevolando su territorio de caza, y en ese momento te dispones a esperar pacientemente a que te ofrezca la oportunidad de llevarte a casa el trofeo. Puede ser (difícil de conseguir) una instantánea en vuelo, o bien una de esas extrañas ocasiones en las que decide elegir un posadero a tu alcance donde detenerse. Si tienes suerte, las condiciones serán perfectas, con buena luz y con tu libélula más o menos cerca, entonces podrás obtener un retrato que entrará en tu galería de mejores fotografías, como ésta que obtuve esta semana en Xagó de un macho de libélula emperador Anax imperator.
Esto ocurre pocas veces, y normalmente tras varios intentos. En otras ocasiones, aunque las condiciones de luz no sean las ideales, puedes obtener también fotos interesantes, como este otro macho de libélula emperador también en Xagó, en un ángulo más inusual, de perfil.
También puede suceder que el posadero elegido no esté tan cercano, y aunque logres tu premio no sea el que tanto ansiabas, como es el caso de este pariente de la especie anterior, un macho de pequeño emperador Anax parthenope, también en Xagó a finales de mayo.
¿Tienen algún interés al final estas fotografías, aunque disten bastante de la perfección? Pues sí, lo tienen, y mucho. Te permiten hacer lo que es más importante, esto es, situar al insecto en un lugar y momento concreto, es decir, determinar su fenología. Y esto, en especies escasas como Anax parthenope, es muy relevante. Se trata de una libélula que ha colonizado muy recientemente Asturias, y que ya he localizado repetidamente en tres enclaves de Gozón, con presencia habitual y continuada en temporadas sucesivas. Su presencia parece de momento circunscrita a unas pocas áreas húmedas de la zona central asturiana, que esta temporada trataré de delimitar.
También sé acerca de esta especie que será ciertamente difícil que pueda obtener otra fotografía mejor que la que conseguí en una de mis primeras observaciones en otro de sus enclaves gozoniegos.
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