La migración postnupcial, es decir, la que tiene lugar tras la reproducción, comienza de manera prácticamente solapada con el final del paso prenupcial. Así, los últimos migrantes de este paso pueden observarse a primeros de junio, y unos pocos días después aparecen los primeros migrantes postnupciales. Este año por ejemplo han podido verse varias espátulas Platalea leucorodia desde mediados de junio, una de las cuales permaneció durante varios días en la ensenada de Llodero.
Tal vez se trate de un ave no reproductora, es bastante curiosa esta arribada simultánea de distintos ejemplares. El ejemplar de Llodero estaba anillado en Bélgica.
Los migrantes postnupciales más tempranos son casi siempre las gaviotas reidoras, que empiezan a llegar ya en buen número a partir de mediados de junio. Este año no ha sido una excepción, pero la sorpresa para mí fue que mientras las estaba observando el pasado día 24 de junio un ejemplar de charrán patinegro Sterna sandvicensis se posó en Llodero.
Se trata de una cita algo temprana para la especie, cuyas primeras citas no suelen llegar hasta el mes de julio.
A partir de julio comienza a regularizarse la llegada de migrantes, aunque suelen ser aves acuáticas, como limícolas o gaviotas. A mediados de mes ya aparecen aves paseriformes, y por eso no suelen aceptarse como aves reproductoras las citas que se producen a partir del 15 de julio.
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