Pocas, muy pocas son las aves acuáticas que pueden observarse en esta época en el gozoniego embalse de La Granda. Entre ellas se encuentra alguna que otra focha Fulica atra, varias parejas ocupan el pantano y alguna de ellas incluso logra sacar adelante algún pollo.
También se dejan ver unos cuantos somormujos lavancos Podiceps cristatus en su precioso plumaje nupcial.
Esta temporada en concreto observo dos parejas, que permanecen siempre juntos, y en los que pueden distinguirse bien el macho de la hembra, esta con el penacho de plumas más corto.
Los somormujos siguen ocupando el embalse heroicamente a pesar de las grandes dificultades que encuentran para reproducirse. El último pollo volandero que he registrado en los últimos años data de 2015.
No deja de ser triste ver el embalse tan vacío de vida, un lugar con tan grandes posibilidades para encontrar en él un buen número de especies reproductoras en esta época. Pero no son capaces de soportar la intensa presión humana que en él se ejerce.
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