sábado, 24 de junio de 2017

Un nuevo ciclo

Los ciclos en la naturaleza se suceden a un ritmo vertiginoso. Hace muy escasos días teníamos ocasión de despedir a nuestros últimos migrantes prenupciales, de viaje a sus áreas de cría, y ya tenemos aquí a los primeros migrantes postnupciales, de retorno de las mismas. Como cada temporada, abren el fuego las gaviotas reidoras Larus ridibundus.


Aunque las reidoras aparecen ya en el mes de mayo, no es hasta junio cuando llegan las primeras nacidas este año, con su precioso plumaje juvenil. Este año han arribado muy temprano, de hecho mi compañero Juan Hevia detectó la primera en la ensenada de Luanco el día 17, este ejemplar del cual me adjuntó la fotografía.


En mi caso no fue hasta el día 23 que las pude observar en la ensenada de Llodero. Muchas de estas reidoras ya no irán más allá, se quedarán por nuestras latitudes a realizar la muda de su plumaje, que en el caso de las juveniles será la primera de unas cuantas.


Las gaviotas reidoras tienen una temporada de migración muy larga, ya que pueden seguir llegando aves hasta el mes de diciembre. Es muy probable que estas primeras provengan de las colonias más cercanas, en el oeste de Francia. De hecho una gaviota cabecinegra anillada que Juan observó en Luanco también ese día, y que probablemente había llegado con las reidoras, provenía de allí. Para ellas apenas supone uno o dos días de vuelo cruzando el Golfo de Vizcaya.


Gracias a Juan por su foto y los datos del anillamiento.

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