Un pequeño porcentaje de nuestras mariposas superan el
invierno en estado de adulto, o imago. En días soleados, especialmente a partir
del mes de febrero, entran en actividad y pueden verse volando, en especial en
las horas más cálidas alrededor del mediodía, cuando se pueden rozar los 25ºC
al sol.
Un claro ejemplo es la preciosa pavo real Aglais io, de la
cual esta primera decena de febrero ya he podido localizar unas cuantas en
varios enclaves de Gozón. Estos ejemplares se corresponden con la segunda
generación anual nacida el otoño pasado.
La pavo real es una verdadera invernante, ya que los adultos
entran en diapausa (suspensión de actividad) a mediados del mes de noviembre.
Tras despertar de su letargo se reproducirán y darán lugar a la primera
generación anual a finales de esta primavera.
Al igual que ella, la mariposa limonera Gonepteryx rhamni
también es una auténtica invernante, aunque tan sólo presenta una generación
anual, pudiendo vivir las mariposas cerca de un año como adultas. Una de las
claves para una vida tan larga es que su periodo de diapausa es bastante largo,
de casi 4 meses, entre octubre y febrero.
Por su parte, la numerada o vanesa Vanessa atalanta no parece ser una
verdadera invernante, ya que los ejemplares nacidos en el verano anterior se
reproducen poco después de su emergencia. Este mes de febrero pude localizar un ejemplar bastante fresco y sin deterioro, que puede haber emergido ya este año, como se
sabe que ocurre en otras áreas de la Península Ibérica.
Basta compararla con ejemplares vistos el pasado mes de
enero, algo estropeados ya con varios meses de vida.
Por fin, la mariposa de los muros Pararge aegeria es una
especie que vuela durante todo el año sin interrupción en generaciones sucesivas, aunque eso sí en invierno se vuelve
mucho más escasa que en otras épocas.
Guapas fotos, saludos desde Cantabria.
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