jueves, 7 de febrero de 2019

Limícolas de invernada

Una temporada más, un puñado de limícolas han elegido el concejo de Gozón para pasar el invierno. Nuestro litoral ofrece a estas aves tan especializadas diferentes hábitats y recursos para sobrevivir a la estación fría. Aunque es cierto que no faltan a la cita, también lo es que estos últimos años su número ha ido en claro descenso.

Por ejemplo, unos pocos archibebes claros Tringa nebularia permanecen varios meses asentados en la ensenada de Llodero. Se suelen alimentar vadeando las aguas superficiales de la orilla hasta unos pocos cm.



Hace unas temporadas su número sobrepasaba la decena, pero esta temporada sólo se han quedado dos.


Un pequeño puñado de andarríos chicos Actitis hypoleucos también invernan repartidos por el concejo, eligiendo para alimentarse las corrientes más superficiales, siempre cerca de las aguas dulces. Su número probablemente oscila entre 10 y 20, siendo el enclave más concurrido la misma ensenada de Llodero.



Por su parte, un pequeño grupo de correlimos oscuros Calidris maritima se puede localizar año tras año en los bloques del puerto de Luanco, alimentándose al alcance de las olas. Esta temporada su número oscila entre tres y cinco aves.



Del mismo modo, en la playa de Bañugues unos pocos chorlitejos grandes Charadrius hiaticula se asientan en la playa de Bañugues todos los inviernos. Hace pocos años su número estuvo cerca de las 20 aves, pero esta temporada sólo se han quedado dos.


Una especie que se asienta de forma intermitente es el zarapito trinador Numenius phaeopus, ya que sus zonas de invernada están más al sur. Esta temporada un par de ejemplares permanecen en la ensenada de Bañugues junto a un pequeño grupo de zarapitos reales.




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