El eupatorio es una planta compuesta de gran porte que crece especialmente en las cercanías de arroyos y riachuelos, aunque no es exclusiva de estos hábitats.
Otra planta que gusta de los lugares húmedos es la arroyuela Lythrum salicaria, que también ejerce de atrayente para varias especies. Entre ellas, los piéridos amarillos como la limonera o la mariposa cleopatra parecen sentir especial atracción por estas flores.
Otro grupo de plantas en el que debemos fijarnos es el de las leguminosas del tipo de la alfalfa, muchas de ellas del género Vicia, frecuente en nuestros prados en esta época. Un tipo de mariposas que se sienten atraídos por estas flores son los abundantes piéridos blancos del género Pieris, como la blanquita de la col Pieris rapae.
Muchas mariposas de pequeño tamaño tienen querencia por estas flores, como sucede con la discreta y parda mariposa orla ancha Ochlodees sylvanus.
Las compuestas de flores amarillas también son buen lugar para observar mariposas en estas fechas. Curiosamente, la mariposa amarilla Colias crocea las frecuenta con asiduidad, componiendo así unos bonitos juegos de color.
Pero sin duda la planta atrayente por excelencia en nuestros prados, porque es una de las más abundantes y porque florece prácticamente durante todo el año, es la centaura Centaurea nigra. Si hacemos un buen calendario natural es probable que podamos fotografiar sobre ella a la mayor parte de nuestras mariposas, como sucede aquí con el bonito licénido ícaro dos puntos Polyommatus icarus.
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