A mediados del mes de febrero se inicia la migración prenupcial, que de forma progresiva y durante más de 3 meses irá devolviendo a las aves a sus lugares de cría. En la primera fase de este periodo podemos registrar en Asturias especies muy interesantes.
Un ejemplo es la gaviota cáspica Larus cachinnans, cuyo mejor periodo de observación en Asturias comprende los meses de febrero y marzo. Se trata de ejemplares que vienen de sus áreas de invernada en las costas de Galicia y Portugal. El pasado 29 de febrero pude controlar un ejemplar de primer invierno en la playa de Bañugues, la primera para mí de una temporada muy escasa para esta gaviota.
Al igual que las gaviotas, las anátidas son un grupo de aves de migración relativamente temprana. Una de las especies más bonitas que se registran en esta época es el cuchara común Anas clypeata, del cual se pueden observar aves aisladas o pequeños bandos en nuestros humedales, por pequeños que sean. Un grupo de 5 aves sedimentó en la charca de Zeluán el día 12 de febrero.
Por su parte, las rapaces son un grupo con un periodo migratorio bastante dilatado. Una de las especies más tempranas es el aguililla calzada Hieraaetus pennatus, especie de la cual se ha registrado incluso algún que otro invernante estos últimos años. Los ejemplares que se ven en Gozón es probable que crucen el Golfo de Vizcaya rumbo a algún enclave de cría en Francia. Un ejemplar de fase clara cicleaba a bastante altura el día 10/03 sobre la zona de Maqua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario