La lavandera boyera es un ave fascinante porque presenta un montón de subespecies que se pueden diferenciar por el plumaje de los machos. Ayer día 6 de abril en los prados entre Bañugues y Moniello pude ver bastantes ejemplares, seguramente les ha ayudado en la migración el viento sur que está soplando estos días. Todos ellos pertenecían a la subespecie iberiae, que cría en la Península Ibérica y el suroeste de Francia, como este macho que fotografié subido a un tojo.
La mejor forma de reconocer a esta subespecie es por la garganta blanca, y la cabeza grisácea con una lista blanca encima del ojo. Al criar en la Península Ibérica, muchas de las aves que observé ayer es muy probable que no se desplacen más y ya empiecen su cría, como el caso de este macho que fotografié en pleno canto.
En la playa de Bañugues pude observar otros tres machos de lavandera boyera, aunque curiosamente estos eran de la subespecie que cría en el oeste de Europa, la que hemos llamado siempre "alemana", que es la subespecie flava. Es muy parecida a la lavandera ibérica, la principal diferencia es el color de la garganta, que es amarillo, y la lista ocular un poco más marcada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario