miércoles, 17 de septiembre de 2014

Un zarapitín

El correlimos zarapitín Calidris ferruginea es otra de esas piezas codiciadas cada otoño, cuando suele verse algún juvenil mezclado con el resto de limícolas. Esta tarde pude localizar uno en la playa de Bañugues, el primero de la temporada para mí.



Se trata de un limícola estilizado y muy bonito, que se diferencia bien del correlimos común.


El paso postnupcial está muy entretenido, no muy abundante en números pero con una buena diversidad en especies, por ejemplo siguen apareciendo correlimos menudos, el mejor sin duda de los últimos otoños.


También parece haber un buen flujo de combatientes este otoño, tras el juvenil del otro día ha aparecido una hembra que lleva varios días.


Y de vez en cuando se deja ver algún que otro archibebe común.



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