Es probable que se tratase de un grupo obligado a sedimentar debido a las adversas condiciones meteorológicas, con vientos racheados de componente norte y fuertes chubascos. Por fortuna para ellas, y para mí también, este fuerte temporal disuadió a los usuarios del arenal, de forma que pudieron permanecer bastante tranquilas, reposando y alimentándose.
Estas espátulas pertenecen a la subespecie nominal, que se reproduce sobre todo en los humedales de Francia y los Países Bajos e inverna en su mayor parte en Mauritania y Senegal, aunque un número muy pequeño no sigue más allá de la Península Ibérica. El viaje de retorno a las áreas de cría, que se produce sobre todo en marzo y abril, es más rápido que el tránsito postnupcial, y se observan grupos menos numerosos.
En esta migración primaveral los humedales del norte ibérico juegan un papel fundamental como áreas de descanso y alimentación cuando se producen condiciones adversas, como sucedió hoy. Aquí las espátulas cogen fuerzas antes de dar el último salto.
Tras un tiempo notablemente largo en la playa, y cuando se vieron en condiciones de seguir, las espátulas abrieron vuelo, y tras un par de vueltas para orientarse y ganar altura se perdieron rumbo al este.
Ostras, pues esa foto de Espátulas alimentándose en primera línea de playa es realmente curiosa.
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