Este pasado sábado me encontré en Moniello con un bonito ejemplar macho de Crocothemis erythraea, una libélula facilmente reconocible por su abdomen aplanado y un intenso color rojo en todas las partes del cuerpo, patas incluidas. Lejos de cualquier masa de agua, y en la misma línea de costa, tenía toda la pinta de haber llegado hasta allí en migración activa.
Esta libélula está siendo ámplimente estudiada hoy en día porque parece ser un buen indicador de los procesos de cambio climático. Originalmente distribuida alrededor del Mediterráneo y muy escasa en otras zonas, su expansión hacia el norte en buena parte de Europa a lo largo de los siglos XX y XXI está bien documentada. Esta expansión parece estar en consonancia con el aumento de la media de las temperaturas estivales lo cual hace que las masas de agua estancadas, donde vive con preferencia, sean cada vez más cálidas.
En Asturias esta libélula es aún escasa y limitada a las zonas costeras más cálidas. En Gozón la he observado en dos puntos de manera aislada: la charca de Condres y el pantano de La Granda. En Inglaterra apareció por vez primera en los años 90 del pasado siglo, y su presencia parece estar muy condicionada aún por ejemplares migradores que llegan desde el sur. Su periodo de vuelo allí discurre entre mayo y septiembre, es probable que llegado este mes las libélulas vuelvan al sur, el cual sería el caso del macho que pude detectar este pasado sábado.
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