lunes, 21 de mayo de 2018

Migrantes tardíos

La migración prenupcial de paseriformes va tocando a su fin, y ya en la segunda quincena de mayo se observan los últimos, que en junio deberían estar ya en sus zonas de cría. Una de las especies más tardías en realizar este paso de primavera es el papamoscas gris Muscicapa striata, del que a finales de la semana pasada se localizaban varios ejemplares en la zona del Cabo Peñas.


La principal razón que explica el paso tardío de esta especie es su estricta dieta alimenticia, ya que se nutre única y exclusivamente de insectos voladores que captura desde su percha, sobre todo moscas pero no exclusivamente. Esto hace que el papamoscas tenga que llegar cuando las poblaciones de estos insectos van alcanzando su óptimo, de hacerlo antes no tendría suficiente alimento para culminar con éxito la migración.


Esta dependencia alimenticia condiciona también el inicio de la época reproductora. Sucesivos estudios muestran que el papamoscas gris retrasa o adelanta sus puestas dependiendo sobre todo de lo frío o cálido que sea el mes de mayo, que es el mes en que la mayoría de aves deben ya iniciar la cría.


El papamoscas gris cría por toda en Europa, incluida Asturies donde según el Atlas de Nidificantes de la COA habría entre 10.000 y 20.000 parejas. Se trata de una especie que ha sufrido una fuerte regresión, debido sobre todo a la disminución de las poblaciones de los insectos que le sirven de alimento.

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